COVID-19: MIEDO AL HAMBRE Y AL VIRUS
Por Miguel Torres
Esta información está basada en la vivencia de hombres y mujeres que integran familias campesinas.
Cuando se supo de la pandemia del coronavirus conocido como Covid-19, las personas más jóvenes con acceso a las redes sociales, empezaron a realizar memes y a compartir información en todas las plataformas a nivel de los tres municipios del territorio Ixil, que comprende San Juan Cotzal, Santa María Nebaj y San Gaspar Chajul. Sin embargo, las familias campesinas de comunidades sin acceso a redes sociales y sin energía eléctrica, están desinformados sobre la pandemia.
Hasta que empezó el Toque de Queda, anunciado por el Presidente de la República, se generó una crisis en el acceso a los alimentos de las familias que dependen de la importación de granos básicos, la venta de maíz, frijol y artículos de consumo diario, provocó mucha incertidumbre. Cuando las familias de las comunidades supieron la decisión del gobierno, empezaron a pensar como lo hicieron durante el conflicto armado. Algunas personas cuentan que así empezó la guerra: primero les decían que guardaran alimento para 30 días, luego para 3 meses y que, si al final, la guerra duró 36 años.
Otro asunto que algunos ancianos cuentan, es cuando llegó el sarampión, había muertes de niños todos los días y se enterraban de cinco a diez personas cada día. Son recuerdos inolvidables, que han marcado la vida de todos nosotros, en el Territorio Ixil. Desde que empezó el toque de queda, las familias que viven en la cabecera municipal están encerradas en sus casas; se sienten incómodos, porque no están acostumbrados a escuchar el silencio de las calles de sus cantones.
La mayoría de las comunidades del Territorio Ixil, son comunidades modelo. La vida de las personas cambió porque algunos se sienten controlados. Entrar a las 4 de la tarde a la casa es como robarles la libertad de moverse. Las familias le tienen miedo a la cárcel y se meten en sus casas al llegar la hora del Toque de Queda. Dicen que parecen pollos de granja, y se ponen a gritar, mientras los niños juegan en sus espacios cerrados. Les recuerda la guerra, y más de uno lo ve como una estrategia para militarizar más las regiones.
En las comunidades, los pastores evangélicos han perdido su liderazgo ante las familias que los siguen. Son cuestionados por algunos que son muy religiosos y han dicho que es el final de los tiempos y que se deben preparar. Hay personas que dicen que talvez son inventos de científicos, y que no es obra de Dios, pues nos afecta en nuestras vidas. Ya no hay predicas ni actividades en las iglesias. En las familias del Terrritorio Ixil, las personas afirman que tienen fe de que el coronavirus no va a afectar a nuestras comunidades.
Para la cosmovisión Ixil, la aparición del virus es como un chicote (xik’xab’ en ixil) porque hemos desobedecido a la madre tierra, hemos sobrepoblado, le hemos sacado minerales preciosos, además de petróleo, se han desviado los ríos, existe una tala inmoderada de los árboles y ya la tierra no es considerada como algo sagrado en muchas partes del mundo. En los últimos tres días se ha preocupado la población ixil, por los efectos de la luna, que se estaba quemando, afirmaban los ancianos. Según la cosmovisión maya Ixil, los abuelos y las abuelas se pueden morir de cualquier enfermedad, no precisamente de covid-19.
Se dice que cuando se salga a la calle, se tienen que tomar precauciones: tapar la cabeza con reboso las mujeres y los hombres con sombrero. Como parte del conocimiento entre comunitarios se sabe que hay plantas medicinales para que puedan controlar esta enfermedad, además del temascal. Como se escucha que el virus no soporta las temperaturas elevadas, pues las familias están más constantemente bañadas en el temascal.
Durante el paso de los días con el Toque de Queda, en vez de entrar en pánico, la gente sigue desobedeciendo las órdenes, no se cubren porque no han accedido a la compra de mascarillas y no saben dónde ir a conseguirlas. Algunos mayores siguen trabajando y saliendo para sus parcelas o al mercado porque dependen del día a día y si no van al trabajo sus familias no van a comer. No le tienen miedo a la enfermedad, sino le tienen más miedo al hambre. Algunos han sido capturados por las mismas necesidades. No hay quejas de falta de comida, pues la mayoría tiene reservas de maíz y frijol, estas familias son de las comunidades más retiradas de las cabeceras municipales.
Algunos siguen yendo a los mercados a vender sus productos, las familias que siempre han asistido a los mercados campesinos, dicen que ahora es cuando la gente empieza a creer en las propuestas de consumir comida sana y saludable, productos agroecológicos y frescos para que las defensas del cuerpo estén bien fortalecidas para que el virus no afecte mucho.
En el Territorio Ixil, lo que da el gobierno solo le aguanta un día de alimentación a una familia de 8 miembros. No ha habido acción de las autoridades ancestrales sobre esta crisis, solo comunicados de prensa sobre las medidas a tomar.
Las mujeres
La mujer es la que lleva todo en la casa. Sus tejidos ya no se han vendido. La mayoría de productos que vienen a los mercados, son llevados por las mujeres. Las jóvenes y señoras que dependen de los oficios domésticos con otras familias pudientes, han sido afectadas porque ya no logran realizar los trabajos que antes hacían para llevar la comida a sus hogares. Las viudas son las más afectadas por el acceso a la alimentación porque dependen del día a día. Algunas mujeres quieren ir a las montañas a vivir en sus parcelas para que la enfermedad no llegue a hacer algún daño en la familia y hasta han dado movilizaciones de algunas personas que viven en los centros poblados que se han ido a vivir a sus parcelas.
La rutina de los campesinos no se ve afectada, porque salen a trabajar a sus terrenos desde temprano y regresan cuando entra el Toque de Queda. Algunas familias siguen consumiendo las comidas procesadas, no consumen los productos locales por la falta de acceso. Hacer atol caliente, infusiones de hierba buena, limón, ir más constante al temascal, son las nuevas rutinas de nuestra gente.
Algunas acciones que realizan las familias y las comunidades.
-Los jóvenes son los más descuidados. Andan como si nada pasara, hacen su vida normal, la de siempre. No es están acostumbrado e estar en la casa, y lo peor, siguen con el consumo del alcohol.
-Ante la falta de jabón y gel, en las casas de las comunidades, usan la ceniza para desinfectar.
-Las personas que regresaron de Estados Unidos que fueron deportadas, no son bien recibidas porque las comunidades y los comunitarios consideran que son portadores de este virus: Pero las familias de los deportados se sienten rechazadas y si esto no se controla puede generar cierto conflicto e incertidumbre en las comunidades.
-Algunas comunidades han colocado talanqueras y se han restringido las entradas y salidas a las poblaciones.
-Algunos políticos han querido aprovecharse de esta situación y se han solidarizado con familias que están en escasez y sacan publicidad pensando en las siguientes elecciones municipales.
Excelente artículo, es el reflejo de las comunidades olvidadas que hacen lo que pueden para sobresalir de esta crisis.