Por Daniela Sánchez Lemus
Para mi madre, para Claudia y el brillo de sus ojos.
Hoy 8 de marzo se conmemora el Día de la Mujer. Para rememorar este día es importante conocer la historia detrás de la conmemoración. Décadas transcurrieron antes de que las mujeres, en el mundo, tuviéramos una fecha para reivindicar nuestros espacios y nuestras luchas. En esta nota, les invito a recorrer una serie de acontecimientos, impulsados por mujeres valientes, adelantadas a su época, quienes permitieron que hoy, a pesar que aún falta camino por recorrer, las mujeres seamos vistas como seres humanos con derechos inalienables.
1792
La escritora y filósofa inglesa Mary Wollstonecraft, en su obra “Vindicación de los derechos de la mujer”, argumentó que las mujeres no son por naturaleza inferiores al hombre, sino que parecían no serlo porque no recibían la misma educación, “hombres y mujeres deberían ser tratados como seres racionales”. Asimismo, imaginó un orden social basado en la razón.
1879
El congreso de trabajadores de Francia votó una moción a favor de la igualdad de género, como resultado de la exhortación de Hubertine Auclert, periodista, pionera del movimiento feminista y la primera sufragista en Francia.
Por ser un discurso largo, comparto en esta ocasión, extractos del Discurso de Hubertine Auclert el 22 de octubre de 1879, durante el tercer Congreso Obrero, celebrado en Marsella, ante 132 delegadas y varios centenares de oyentes :
“Ciudadanas, Ciudadanos: Vengo a representar en este Congreso a dos sectores de París: Los derechos de las mujeres, grupo al que pertenezco y que reivindica los derechos sociales y políticos de las mujeres, los Trabajadores, una asociación de ventas y producción”.
“(…) No haré la historia ni el juicio de nuestra subordinación en la antigüedad. Como ustedes, hemos sido víctimas del abuso de la fuerza. En nuestra sociedad moderna, todavía sufrimos por la fuerza tiránica de quienes ostentan el poder, a lo que sumamos la fuerza tiránica de quienes ostentas los derechos.”
“(…) Mientras habláis de igualdad, vosotros que estando vosotros mismos bajo el yugo queréis mantener a los seres por debajo de vosotros”.
«(…) ¿De qué se quejan de las clases dominantes, ya que ustedes, sus gobernantes, hacen el mismo trabajo con las mujeres que las clases dominantes?”
“Estos ataques a la libertad de la mujer, la convierten al mismo tiempo en la sirvienta, la menor perpetua, la mendiga que vive a costa del hombre. Nuestra dignidad nos hace protestar contra esta humillante situación”
1910
En 1910 durante el II Encuentro Internacional de Mujeres Socialistas, realizado en Copenhage, Dinamarca, la militante socialista alemana Clara Zetkin (comprometida con la lucha por la igualdad de derechos y el derecho al voto, impulsando el movimiento femenino en la socialdemocracia alemana), y Käte Duncker activista política y feminista, presentaron la propuesta de conmemorar un «Día Internacional de la Mujer» o «Día de la Mujer Trabajadora«, en un acto de solidaridad internacional con los delegados de Estados Unidos. 100 mujeres provenientes de 17 países estuvieron presentes y aceptaron la propuesta por unanimidad.
1911
en Dinamarca, Suiza, Alemania y Austria el 19 de marzo, un millón de mujeres llenaron las calles para manifestar. Días después, el 25 de marzo, se produjo el incendio de la fábrica textil Triangle Shirtwaist en Nueva York, Estados Unidos, ocasionando la muerte a 129 trabajadoras que quedaron atrapadas por las llamas. Este suceso marcó el acercamiento entre la lucha de las mujeres (percibido como un concepto netamente burgués) y el movimiento obrero.
1917
El 8 de marzo de 1917, en la ciudad San Petersburgo, Rusia, estudiantes, empleadas y obreras textiles se manifestaron en el centro de la ciudad para reclamar “pan y paz”. A su acción se le unieron los obreros que salieron del trabajo para aumentar las filas de la manifestación.
1921
El 8 de marzo 1921, Lenin decretó el Día Internacional de las Trabajadoras, como homenaje a las mujeres que empezaron la Revolución bolchevique de 1917.
“Las masas no pueden volver a la vida política sin atraer a las mujeres. Porque, en un régimen capitalista, las mujeres, la mitad de la especie humana, son doblemente explotadas. La trabajadora y la campesina son oprimidas por el capital (…) no disfrutan de todos los derechos porque la ley no les da la igualdad con los hombres. Además, permanecen confinadas a la “esclavitud doméstica”, son “esclavas del hogar” agobiadas por las tareas del hogar, las más mezquinas, ingratas, duras y sin sentido, y en general también por las tareas domésticas y familiares individuales”. Lenin, 8 marzo 1921
1965
El 8 de marzo de 1965, en Argel, las mujeres salieron masivamente a las calles. “Estaban cansadas: cansadas de trabajos mal pagados, cansadas del desempleo, cansadas de la falta de capacitación, cansadas del control social ejercido por sus hermanos y maridos”. Según la historiadora inglesa Natalya Vince, participaron mujeres de la Unión Nacional de las Mujeres Argelinas (UNFA), estudiantes, amas de casa, que posaron con pancartas donde expresaron su solidaridad con todas las mujeres argelinas, «con sus hermanas que luchaban en el mundo, en Angola, en Eritrea o en otro lugar no se sabe cuantas mujeres participaron en dicha manifestación, habiendo sido, seguramente miles:” vestidas de “manera europea” como decían en ese momento. Otras llevaban puesto el haik (vestimenta tradicional argelina)».
Décadas más tarde, el movimiento del “Hirak”, en contra del régimen Abdelaziz Bouteflika conoció una fuerte movilización de las mujeres el 8 de marzo de 2019.
1977
A petición de los países del bloque oriental, se discutió el establecimiento del Día Internacional de la Mujer en la ONU. Cinco años más tarde, el gobierno socialista bajo la presidencia de François Mitterrand, instituyó el día en Francia, y poco después lo hizo Estados Unidos, durante el mandato de Jimmy Carter.
El primer día de conmemoración tuvo lugar el 19 de marzo de 1911, el cual trató de reivindicar el derecho al voto de las mujeres, pero también el derecho al trabajo de las mujeres. La idea de hacer un día internacional de los derechos de las mujeres radica en la confluencia de las luchas feministas y la organización internacional de trabajadores. A fines del siglo XIX, las relaciones eran cerradas y difíciles entre el movimiento obrero y el movimiento feminista. Para el movimiento obrero, las demandas feministas, entonces centradas sobre todo en la reivindicación del derecho al voto, fueron percibidas como «burguesas». Para que las mujeres lograran promover su causa, tuvieron que pasar por congresos nacionales y luego internacionales del movimiento obrero; el tiempo de espera fue largo.
En Guatemala, es un día en el que las mujeres unimos nuestras voces, desde nuestros espacios demandamos un cese a la violencia económica, social, psicológica y física, hacia niñas, jóvenes y mujeres.
Hoy no podemos dejar de recordar y mencionar el asesinato de 41 niñas que murieron calcinadas el 8 de marzo de 2017, en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, a las desaparecidas y víctimas de femicidio en el país, a cada lideresa que guía sus comunidades, a cada madre, hija, hermana, tía, abuela, estudiante, profesional, curandera y un sinfín de mujeres que luchan, que demandan, preguntan, resisten, evolucionan, lloran, son vunerables, valientes, viven y en algunos casos, sobreviven. Un día, para recordar y para exigir acceso a la educación, salud y economía. Hasta que no haya una verdadera equidad en los espacios que ocupamos, tomando en cuenta que por igualdad de género, se entiende la existencia de una igualdad de oportunidades y de derechos entre las mujeres y los hombres en las esferas privada y pública que les brinde y garantice la posibilidad de tener una vida digna. Hasta que existan leyes que velen por que nuestros derechos se cumplan, nuestras voces deben hacerse escuchar.
Cierro esta nota, recordando a 3 mujeres que ni las circunstancias, ni el contexto, lograron acallar su voz:
❝Secreto corre el torrente de mi sangre rápida inmenso ese el río que en subterráneos meandros madura y nutre el ámbito de mi vida profunda la cálida corriente que me inunda en la flor de la herida se derrama.
❝Vengo de mitos desbaratados donde se quiebra el tiempo. Armo en mi ser nuevas estructuras, necesito el mármol de las viejas creencias para apoyarme en algo. Definitiva ha sido mi luz y mi ceguera tajante su alucinada escarcha y mi intento triste de huir de cualquier dogma.
❝No quiero que me manden fulano y mengano, que me fisgue el vecino de enfrente No quiero que decreten qué es la poesía No quiero amar en secreto No quiero que me tapen la boca Cuando digo No quiero.