Guardianas – Ritual Escénico Transdimensional

Por Daniela Sánchez Lemus

Guardianas no es solo una obra; es un viaje transdimensional diseñado para tocar las fibras más profundas de quienes se atrevan a participar. Esta propuesta promete ser una experiencia sensorial y emocional, más allá de lo tradicional, un ritual que trasciende lo visible y lo tangible.

La puesta en escena es liderada por las integrantes de Awitas Teatro Experimental: Camila Urrutia, cineasta, actriz y DJ guatemalteca, quien realizó estudios de cine en Montreal y París; Tonibelle Che, una artista multidisciplinaria que combina, psicología, danza, actuación, gimnasia y tejido. Y Alejandra Garavito, bailarina que fusiona la performance, la danza contemporánea y la psicología, además de haber sido docente en la Escuela Superior de Arte de la USAC.

Juntas, exploran el rol de la mujer como protectora, una figura que atraviesa dimensiones no solo físicas, sino también espirituales y culturales. «Guardianas» nace del deseo de crear una obra que resuene con las luchas contemporáneas, al mismo tiempo que honra las raíces ancestrales de la mujer como guardiana de la vida y la sabiduría. Este ritual escénico es un puente que conecta tiempos y espacios, invitando a las y los espectadores a formar parte de un viaje colectivo y profundamente transformador.

En esta entrevista para Factor 4, Tonibelle Che nos explica que este «ritual escénico transdimensional» es un puente que conecta tiempos y espacios, permitiendo a las espectadoras y espectadores sentirse parte de un viaje colectivo.

Guardianas: Camila Urrutia, Tonibelle Che, Alejandra Garavito. Fotografía: Bernardo Euler Coy

¿Quiénes conforman Awitas teatro experimental, cómo surge? Awitas somos Camila Urrutia, Alejandra Garavito y Tonibelle Che. Surge a partir de la idea de Camila de hacer una obra de teatro que abordara el tema de la escena del rave. Cami le habló a la Ale y cuando ella ya estaba a bordo del proyecto me sumé yo. Las tres hemos disfrutado mucho del espacio de fiestas electrónicas, y las tres hemos tenido experiencias trascendentales a través del movimiento y la música. Te estoy diciendo que empezamos a platicar de este universo en noviembre del 2022, y cada una ha ido aportando elementos que son importantes para cada quién. Por ejemplo, para mí como danza / movimiento terapeuta es sumamente importante abordar la conexión que existe entre nuestra mente y cuerpo, así como con la naturaleza y con otras personas.


Estamos frente a un proyecto teatral que rompe esquemas, que trasciende lo tradicional.
“Guardianas” se presenta como un “ritual escénico transdimensional”. Cuéntame, ¿cómo surge esta idea y qué significa realmente para ti, para ustedes? Mira, fue durante la creación artística en residencia, Nereo Zamitiz , videoartista mexicano, Claudia Herrera, directora chilena y nosotras tomábamos café en un receso y platicábamos de la pieza, imágenes que queríamos que estuvieran presente y empezamos a platicar sobre la naturaleza de lo que hacíamos. Decíamos que no era sólo danza, o sólo teatro.

Hablamos de danza teatro, pero también de cómo lo que hacemos es un ritual. Así empezamos a jugar con palabras para nombrar lo que estábamos haciendo, lo dancístico y teatral lo resumimos en lo escénico, por eso ritual escénico. Y transdimensional porque no sólo se están hibridando las disciplinas artísticas (danza, teatro, videoarte, música, experimentación sonora – diferentes dimensiones del arte), sino que además abordamos una realidad en la que todavía no estamos viviendo, pero que tememos muy pronto lleguemos a vivir.

Así nos proyectamos al futuro, con pesimismo, porque la cosa si está muy difícil en todo el mundo, pero también con la consciencia de que existe un conocimiento ancestral que podría ayudarnos a sobrevivir y sanar. Existe también un isomorfismo entre la degradación de nuestro medio ambiente y la degradación o enfermedad de nuestros propios cuerpos. Nuestros ríos y cuerpos acuáticos están muy contaminados, y cada vez hay más jóvenes con enfermedad crónica renal, por ejemplo.

En este sentido, entendemos que el continuum cuerpo-mente se ve directamente impactado por el movimiento o por la ausencia de este. También observamos la interconexión con otros cuerpos como un imperativo biológico que determinará la calidad de vida y el acceso al bienestar. De esta forma, este ritual escénico pone de manifiesto el alcance curativo que tiene la colectividad en movimiento y en sincronía con la música y las imágenes que nutren. Y bueno, dentro de la narrativa de la puesta en escena también viajamos a otra dimensión o espacio numinoso desde el que intentamos enfrentarnos a los horrores que nos tocan. Por eso lo transdimensional.

Fotografía: Bernardo Euler Coy


Al hablar de un “ritual transdimensional”, ¿cómo esperan que el público interactúe con esta idea durante y después de la presentación? Qué linda pregunta, gracias. Nos encantaría que esta pieza pudiera ser un espacio para reencontrarnos, entre todxs, pero también cada quién consigo mismo. Ese es el llamado, la propuesta. Mientras más conectadxs estemos cada unx con nosotrxs mismxs, más fácilmente podremos entrar en conexión con lxs demás. Hacer un ritual para mí, es abrir un espacio distinto al cotidiano, es abrir un espacio sagrado, encender una vela en medio de la oscuridad, colgarse al cuello la cadenita de la abuela para sentirnos protegidas, bailar para espantar a nuestros miedos. Queremos compartir con el público que llegue ese espacio que nosotras abrimos, para sanar, para espantar el miedo, para reactivar nuestras conexiones y celebrar que a pesar de todo el caos que se vive en el mundo podemos disfrutar y crear.


¿Cómo ves la evolución de este tipo de teatro en un mundo que está en constante cambio?

Pienso que las distintas expresiones artísticas sean de la naturaleza que sean responden a las necesidades particulares de cada época o tiempo. Eso significa que se habrá de usar la expresión artística para decir aquello que se necesita decir. Para nosotras resultó lógico hacer uso de la danza, del teatro, del videoarte, del ritual y de la fiesta para poder transmitir nuestra preocupación y al mismo tiempo nuestra esperanza en la construcción de un mundo en el cuidar de la naturaleza sea entendido como sólo una forma más de autocuidado, en donde la resistencia frente sociedades y sistemas tan opresivos y hostiles hacia la vida pueda darse con suficiente autonomía, sabiduría y disfrute. Sanar en colectivx es el camino, el arte y la capacidad creadora son herramientas de primera categoría.


La puesta en escena parece ser más que un simple espectáculo; se percibe un componente ritual, algo casi místico. ¿Cómo lograron integrar este elemento en la obra? Bueno, mi personaje es una shamana danzante y maestra herbolaria. Es un alter ego que aspiro llegar a ser. Se nutre de mis propias experiencias, intuiciones y conocimiento de la danza / movimiento terapia en relación con la salud, el bienestar, la enfermedad, el dolor y el sufrimiento frente a las crisis de la vida. El uso de objetos simbólicos, piedras, candelas, fuego, el olor de plantas medicinales como el romero y el eucalipto, el utilizar elementos sonoros son herramientas que posibilitan la transición a espacios cargados de numinosidad, y son estos espacios los que permiten integrar experiencias de fragmentación, malestar y dolor.

No es únicamente a través del intelecto y el pensamiento que se logra significar el mundo, el procesamiento verbal de las experiencias son la última fase en el proceso de integración de las experiencias traumáticas. Lo preverbal, sonidos, movimiento, sensaciones son elementos primordiales en el proceso ese de integrar y digerir nuestros dolores.

Para mi era muy importante que este componente estuviera presente en la pieza, pues para mi la fiesta y el movimiento principalmente han sido esos espacios para procesar mi vida desde lo no verbal. Lo ritual es sólo una forma de marcar la transición entre el mundo cotidiano y el mundo en donde habitan los seres de la niebla, en donde se logra significar el mundo, usando simbolismo y figuras arquetípicas. En la pieza usamos estos elementos de los que te hablo para marcar la llegada a ese otro espacio, a ese inframundo.

Fotografía: Bernardo Euler Coy


¿Hay algún aspecto en particular que esperas que el público se lleve después de ver “Guardianas”? Me gustaría mucho que disfrutaran, que se fueran cansadxs de tanto bailar, que se fueran con un poco más de entusiasmo y ánimo para enfrentar sus propios inframundos. Me gustaría que se fueran sintiéndose sabedores de ancestrales y profundos conocimientos arraigados en sus músculos y huesos. Disfrute y conciencia de el potencial sanador de la música, el movimiento, y el arte.


Algo que me llamó mucho la atención es el título: “Guardianas”. ¿Qué significa ser una guardiana en el contexto de esta obra y por qué decidieron destacar esta figura? La figura de las GUARDIANAS es una figura actual, hay una cantidad inmensa de mujeres defendiendo sus territorios, la vida y la dignidad. Conozco a muchas e intentamos ser una fuente de soporte para aquellas a las que conocemos. Guardianar es cuidar, preservar. Y hace tanta falta que se cuide y preserve los ríos, el agua, los bosques. En la obra, las Guardianas somos mujeres parte de una célula de resistencia postapocalíptica que buscamos fuentes de agua no contaminada. Y también somos guardianas del conocimiento que nuestros cuerpos poseen para reencontrar su equilibrio y sanar, usando el sonido, la música, el movimiento y el disfrute. Con esta obra queremos rendir homenaje a todas las guardianas que están en la primera línea de defensa de los territorios.


Parece haber un fuerte componente de memoria y tradición. ¿Cómo se reflejan estos conceptos en la puesta en escena? No sé si los conceptos habituales de memoria y tradición se reflejan en la puesta en escena, ¿sabes? Si creo por ejemplo que hacemos alusión a una memoria corporal que se aloja en huesos y músculos y que sabe cómo sanar, cómo descansar, cómo aliviar tensiones y malestar. Que no recordemos esa capacidad no significa que no la tengamos. El concepto de tradición creo que lo abordamos más desde la experiencia del rave, de la fiesta, de volver una y otra vez a la pista de baile, para exorcizarnos a través del movimiento y la música. Incluso un poco a través de la figura de la shamana o curandera y el uso de plantas sagradas para ir hacia adentro y entender el origen de nuestros dolores. Como te digo, esos conceptos están en la obra, pero no desde el lugar habitual desde el que se suelen nombrar.


El elenco es completamente femenino. ¿Cuál fue la razón detrás de esta decisión y qué impacto crees que tiene en la audiencia? En algún momento sí nos cuestionamos si trabajaríamos con hombres o si sería una producción sólo de mujeres. Decidimos incluir a algunos compañeros como Nereo (videoartista) Chris (técnico), y otros apoyos para redes o Dj’s invitados porque tenían talento y algo qué aportar. Pero en escena somos sólo mujeres. Esperaría que esto pueda ayudar a visibilizar la fuerza que el guardianaje femenino tiene.

Cuando nos presentamos en la Asociación de Estudios y Proyectos de Esfuerzo Popular (EPRODEP), en Ciudad Quetzal, San Juan Sacatepéquez, lxs jóvenes estaban muy curiosxs de nosotras como actrices, que cuántos años teníamos, que si teníamos hijos, etc. Creo que ver a mujeres en sus 30’s y 40’s interpretando personajes poderosos en escena es una buena medicina, porque de hecho las mujeres protagonizamos cada una en nuestras propias vidas, poderosos roles y acciones de cuidado y protección para con nuestras familias, comunidades y territorios.

Finalmente, ¿qué sigue para Awitas Teatro Experimental después de “Guardianas”? ¿Hay nuevos proyectos en el horizonte?
Esperamos poder girar y compartir la pieza bastante antes de pensar algo nuevo. Creo que la pieza podría ser incluida en procesos formativos como elemento para generar discusiones y reflexiones alrededor de los temas del cuidado de los recursos, el continuum entre mente y cuerpo, salud y enfermedad, y entre naturaleza y humanidad. Los caminos se están abriendo para esta obra, vamos a ver hasta dónde nos llevan.

Por Factor4