Diócesis de Jutiapa apoya a la FECI.(Primera parte)

Víctor M. Ruano P.

Diócesis de Jutiapa

F4gt.com

Jutiapa, 22 de diciembre, 2020

Introducción. El pasado 18 de diciembre, el Obispo y el Presbiterio de la Diócesis de Jutiapa, ofrecieron su respaldo incondicional al Fiscal Juan Francisco Sandoval, titular de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), en un acto que se llevó a cabo en la parroquia Santa Cruz, Cerro Gordo, Jutiapa.

En la presente nota ofrezco a las lectoras y lectores de Factor 4, la primera parte de algunos de los aspectos más relevantes del homenaje que estuvo presidido por Monseñor Antonio Calderón Cruz, con la presencia de los presbíteros que ejercen su ministerio en el departamento de Jutiapa.

Acá se recogen los elementos más destacados del encuentro que se desarrolló entre el Fiscal Sandoval y el presbiterio. Compartimos también el contenido de la plaqueta que le fue entregada, interesante por los conceptos que presenta, inspirados en la praxis histórica de Jesús de Nazareth y en las enseñanzas del Papa Francisco.

Diálogo abierto y crítico. La actividad se inició con un diálogo abierto y espontáneo, intercambiando información, haciendo cuestionamientos y mostrando el sentir de la ciudadanía, y al mismo tiempo, dejando claro el compromiso de todos por la defensa de la justicia, como pilar fundamental de la sociedad.

Departe del Fiscal Sandoval, a medida que se iba extendiendo la charla, ofreció pormenores de su llegada al MP (más de una década), de su trabajo que le apasiona sobremanera y el de su equipo, del cual se siente orgullo y satisfecho por su profesionalidad, su profundo compromiso con el país en la lucha contra el régimen de impunidad, el sentido de unidad y cohesión que los vuelve inquebrantables.

A pesar que las jornadas son extenuantes, se genera en todo el personal de la fiscalía, una edificante experiencia de satisfacción por la certeza de estar cumpliendo su función con apego a la ley y por el apoyo que reciben de la ciudadanía consciente de los cambios radicales que requiere el país para realizar la persecución penal pública. Ello los anima y compromete más. Perciben que vale la pena el esfuerzo y el empeño que ponen cada día, y muestran su gratitud a Dios, por darles la oportunidad de servir a su patria.

La arremetida que constantemente reciben, en ningún momento les quiebra el espíritu, ni les debilita la capacidad de lucha, menos les arrebata el inmenso sentido que tiene su trabajo. No los intimidan ni acobardan los poderes oscuros que actúan desde las cloacas de la impunidad, ni las estructuras criminales incrustradas en la esfera pública, ni siquiera de quienes ostentan los más altos cargos políticos en el país, tampoco los “netcenteros” ponzoñosos y bien pagados con dinero de la corrupción, ni de ciertas organizaciones acostumbradas a infundir terror con demandas espurias que les dan trámite con el sesgado argumento que nadie esta por encima de la ley, o con escritos que aparecen en panfletos de feria apestando a falsedad y mentira.

Nos habló de los mecanismos de la corrupción y de las estrategias de los corruptos cada vez más perversas y cuyos tentáculos han ido penetrando todas las instituciones del Estado. Las redes de la criminalidad mutan y se van adaptando a la “nueva normalidad”, que les viene favorecida por la clase política que se niega a impulsar los cambios que el país requiere, porque les conviene mantener ese régimen de impunidad que se alimenta del financiamiento electoral ilícito.

Por su parte los presbíteros en sus intervenciones y cuestionamientos, describieron la realidad del empobrecimiento de las comunidades, donde se aprecian con más realismo los efectos de la corrupción, cuyos principales responsables son la clase política que ha gobernado este país, desde lo local a lo nacional.

En nombre de las 17 comunidades parroquiales que acompañan, expresaron a viva voz palabras de aliento y fortaleza, de solidaridad y apoyo al Fiscal Sandoval y a su equipo de 70 funcionarios, haciéndole saber que los feligreses desde su condición de ciudadanos, siguen con mucho interés la gestión actual del Ministerio Público, y perciben, por la información que les llega vía redes sociales, que en la FECI se aprecia lo mejor y más valioso de dicha Institución, sin menospreciar que otras Fiscalías cuentan con funcionarios probos, audaces y disponibles para combatir el crimen.

Hicieron ver que muchos ciudadanos no confían en la información que les llega por los medios de comunicación social, radio y televisión, quienes en su mayoría desarrollan su política informativa al servicio del Pacto de Corruptos, en defensa del statu quo y la feroz manipulación hacia la ciudadanía. Además, estos medios se pliegan a los intereses, que no son los de la población, sino de los cacicazgos políticos locales; medios que sirven a la clase política gobernante que los instrumentaliza con el pago de la pauta publicitaria o de prebendas y privilegios.

Cuestionaron abiertamente la gestión de la Fiscal General, Consuelo Porras, pues en estos dos años perciben que se puso al servicio de Jimmy Morales y los funcionarios de ese nefasto gobierno por mediocre, errático y al servicio de los corruptos y ladrones; de igual modo consideran que ha venido congratulándose, “en aras de que sea reelecta”, con Giammattei y sus funcionarios que en menos de un año han mostrado incapacidad, clientelismo, nepotismo, lentitud y nula sensibilidad con la población más empobrecida.

Este gobierno reproduce las misma mañas o vicios que los anteriores, mientras la señora Fiscal se refugia en su cómodo rol de “vigilante”. Desearían verla más comprometida con el país y no con las mafias corruptas que han cooptado al Estado.

Los curas de Jutiapa hicieron ver que los comunicados y conferencias de prensa de la Fiscal General no propician credibilidad en la población. La vaguedad de sus argumentos jurídicos no genera certeza ni confianza en lucha contra el crimen.

Aun seguimos esperando, dijeron algunos, que haga honor a la descripción que hizo de sí misma al definirse como una “mujer de fe”, más aún cuando se ha definido como “mujer de derecho”. Ambas definiciones deberían ser fuente de inspiración permanente para que su paso por el MP consolide los avances significativos que se dieron durante la gestión de Claudia Paz y Paz y Thelma Aldana. Pero, lamentablemente, no está dando la talla.

Fueron enfáticos los sacerdotes al denunciar que la Fiscal General no apoya el excelente trabajo de la FECI, al dar trámite a denuncias espurias que salen de Mariscal Zabala o de aquella organización que muy bien debería ser llamada “Funda Terror”.

Se preguntan, ¿por qué fue tan cobarde al no defender con gallardía al comisionado de la CICIG y su personal, que vinieron a encender las esperanzas de este pueblo que al fin veían cómo “la justicia y la paz se encontraron”, como recita un salmo ¿Qué compromisos ha hecho con las estructuras corruptas de este país, con la clase política y con el sector económico y militar? ¿Cómo es posible que una institución como el MP esté dando señales muy preocupantes de estar infiltrada por el crimen organizado? No entendemos, ¿cuál es su tirria con la ex fiscal Thelma Aldana y su favoritismo con Sandra Torres y el resto de la clase política corrupta y mediocre de este país? ¿Qué pretende al bloquear investigaciones del gobierno anterior y del actual impulsando una justicia selectiva?

Sinceramente retrocedimos años luz de las gestiones de aquellos Fiscales Generales de la Nación, que han sido una vergüenza para el país, pero, sobre todo, para la institución, que le corresponde la persecución penal pública.

Nosotros que estamos en contacto permanente con la Guatemala de a pie, vemos que la justicia en este país, es como la víbora que solo muerde a los que van descalzos, dijo uno de los presbíteros, recordando a Monseñor Romero.

Conclusión. Al mismo tiempo que los presbíteros cuestionaban con vehemencia la gestión de la Fiscal General y Jefa del MP, fueron desgranando los anhelos y esperanzas que tiene la ciudadanía agrupada en las parroquias del departamento de Jutiapa, en fiscales como los que ahora forman parte de la FECI, pues su trabajo es similar al de aquellos que anuncian el reinado de Dios, proclaman la buena noticia de Jesús, trabajan por la paz al luchar en primera línea por la justicia y el Estado de Derecho.

Ofrecieron sus oraciones y las de sus comunidades parroquiales para que Dios proteja y cuide a cada uno de los fiscales con sus familias, dé éxito a su trabajo en todos los ámbitos que implica la persecución penal y permita que un día la justicia brille, como en “Jutiapa, la Cuna del Sol”, y surja un nuevo amanecer de paz y esperanza, de bienestar y armonía para todos los guatemaltecos que están dentro y fuera del territorio.

En la segunda parte de este escrito, compartiremos el mensaje que el Obispo Antonio Calderón Cruz, entregó al Fiscal Juan Francisco Sandoval, con las firmas de todos los presbíteros y los nombres de los 17 municipios del departamento de Jutiapa donde ejercen su ministerio presbiteral.

A continuación, el texto de la plaqueta entregada al Fiscal de la FECI

 

FELICES LOS QUE TRABAJAN POR LA PAZ

SACIANDO EL HAMBRE Y SED DE JUSTICIA EN LOS PUEBLOS

(Jesús de Nazareth)

Inspirados en la enseñanza y la conducta histórica de Jesucristo

 EL OBISPO ANTONIO CALDERÓN CRUZ

el Presbiterio, las Religiosas y las Comunidades Parroquiales de la diócesis de San Francisco de Asís de Jutiapa:

 Reconocemos y valoramos el extraordinario trabajo que Usted, LIC. JUAN FRANCISCO SANDOVAL Y el cualificado equipo de la FECI, vienen desarrollando con ahínco en la lucha contra la impunidad y la corrupción.

 Ustedes son un signo de esperanza para la vida, la justicia y la paz de los pueblos que forman la nación guatemalteca. 

“LA CORRUPCIÓN APESTA Y ROBA LA ESPERANZA”

(Papa Francisco)

 Jutiapa, 18 de diciembre, 2020

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