LA PANDEMIA DEL COVID-19 UNA VISTA CON BINOCULARES

Por Nancy Sandoval

Infectóloga

El concepto de salud que se adopta en esta publicación es el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) elaboró en 1947, que afirma que la salud es «un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades»

 Radiografía de nuestro sistema de salud.

Guatemala un país con 17,153,288  habitantes, de los cuales 928,160 son mayores de 55-64  años y 805,526 mayores de 65 años. Con una mortalidad materna de 95 muertes por 100 mil habitantes (72/184) para 2,017 y mortalidad infantil de 21.8/1,000 niños nacidos vivos /21/228). Donde la esperanza de vida para las mujeres es de 74.5 años y para hombres de 70.3 años  (153/228) y donde el 21.2% de nuestra población padece obesidad.

Si hablamos de la densidad de médicos por habitantes, tenemos que para 2,018 se reportaron  0.36 médicos por 1,000 habitantes. Para hacernos una idea, España cuenta con 4.07, Italia con 4.09, Canadá con 2.16, Uruguay con 5.05 y Alemania con 4.21 por 1,000 habitantes.  

Algo similar sucede en cuanto a camas por habitantes,Guatemala para 2,014 reportaba 0.6 por mil habitantes.

Los siguientes países tienen estas cifras: 

  • Costa Rica 1.1, 
  • Dominicana 1.6, 
  • El Salvador 1.3,  
  • Francia 6.5, 
  • Haití 0.7, 
  • Italia 3.4, 
  • México 1.5, 
  • España 3, 
  • Suecia 2.4, 
  • EEUU 2,9, (2,016-2,017) 
  • Ecuador 2.05, Alemania 4.21
  • Italia 4.09
  • España 4.07
  • Suecia 5.4
  • Uruguay 5.05
  • Argentina 3.96,
  • Brazil 2.15
  • Canadá 2.16
  • Francia 3.23
  • Ucrania 2,8. 

Sabiendo que este indicador estima la relación entre la oferta de camas hospitalarias y la población residente, el cual proporciona evidencia preliminar sobre la efectividad de las políticas, los programas y las acciones que tienen como objetivo expandir la capacidad para los ingresos hospitalarios. Es importante no olvidar que nuestra población tiene 21.2 % de personas con obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedad cardiovascular, asma, Epoc/enfisema, debido a que en Guatemala mucha gente mayor ha sido expuesta a humo de leña y tiene secuelas de ello.

Una anamnesis del sistema de salud con interrogatorio

Son tres los niveles de atención de salud: 

Atención primaria : -puestos y centros de salud-, atendidos principalmente por enfermeros auxiliares, promotores de salud, integrados por comadronas, médicos voluntarios y estudiantes de medicina en último año de la carrera, haciendo su ejercicio de práctica supervisada, en ocasiones médico general. Poco equipo y recurso médico. No se cuentan con medicamentos para entrega, más que los que se pueden recetar. En ocasiones algunos  que son esenciales dependiendo de la voluntad política y gestión del lugar. 

Algo que resaltar es  que no todos lo relacionado a la salud queda accesible a la población y muchas veces sólo se llega a través de jornadas o visita domiciliaria (en carro que a veces hay, a “jalón“, en moto, caballo o a pié) y el idioma, que no todos hablamos, en el que la gente local se comunica y hay que utilizar traductores. Me da un poco de sentimiento esta situación. Por eso sólo puedo pensar en la película Ixcanul: en la importancia que los estudiantes de medicina y médicos, puedan verla para tener esa perspectiva de cómo afecta el no entendernos y tomar la historia clínica a través de otro, que no siente lo que queremos descubrir, que le afecta. 

Atención secundaria: siempre aparece en las lecturas y planificaciones o directrices que deberían ser los centros de salud, con servicios más amplios y también respecto a horarios de atención que son generalmente en el día, pero que no atienden las emergencias que ocurren en la noche/madrugada. Algunos centros se incorporaron con maternidades y servicios de traumatología, pero no son suficientes ni cuentan con todo el recurso para responder a las demandas de la población que requiere la evaluación y seguimiento de medicina familiar o de prevención, control o seguimiento. 

Atención terciaria: con 45 hospitales. Ocho figuran como regionales y el resto asignados en los diferentes departamentos. Si hablamos de camas, los dos de referencia nacional en la capital, hacen poco más de 2 mil camas censables. Conocemos los recursos que se tienen, no es que nos cuenten historias, ni es a través de papeles o tratados que digan que tenemos de todo a nuestra disposición para tratar de manera ideal a los pacientes. A pesar de las carencias, sí luchamos cada día junto con un gran equipo multidisciplinario que se esfuerza por conseguir resultados y es esa mística la que me hace levantarme cada día y más en los días  grises.  

No voy  a analizar con tanto detalle ahora, pero si quiero nombrar como  si fuese un “antecedente patológico dentro de la historia clínica” la razón enfermero(a)/paciente. Aquí se establece una relación con la probabilidad de ocurrencia de muerte, paro cardiorrespiratorio, infecciones asociadas con la atención y como para conservar los factores protectores, la relación que se debería establecer es de al menos 1 enfermero(a) con un máximo de 4 pacientes, críticamente enfermos, y un auxiliar con 4 pacientes críticamente enfermos. 

Dirán ¿qué tiene ver?, pues mucho: Recuerdo tan bien cuando el maestro Carlos Mejía vino un día al hospital y me dijo: “Mire usted, vamos a crear el programa de seguridad del paciente… ¿Se apunta?”, y allí empecé a leer sobre la calidad de atención que, traducido a nosotros, en el ámbito hospitalario, es un comité que vigile los eventos adversos al paciente. No sólo úlceras por presión (por estar en cama tanto tiempo), caídas, (sí, porque suceden y en el hospital puede pasar), y desde luego  lo que me gusta: la prevención y el control de las infecciones a servicios de salud. No puedo dejar de pensar  en la entrega y dedicación de las licenciadas Lidia Pajarito, que nos acompañó en los inicios y ahora Cristina Porón, quien pasa viendo día con día a los pacientes de la Medicina Interna, detectando estos eventos y generando, no sólo informes, sino intervenciones que permiten actuar oportunamente, dando un plan educacional, no sólo al personal, sino a los pacientes y sus cuidadores. 

Hablo del sistema de salud pública, porque salud privada y el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), son diferentes y no los conozco; además, representan el servicio a la población que puede tener acceso a través de un empleo formal o tienen el poder adquisitivo para costearse, pero no es el caso de la gran mayoría de las personas del país.

Edición y corrección de estilo F4gt

Un comentario sobre «LA PANDEMIA DEL COVID-19 UNA VISTA CON BINOCULARES»
  1. Gracias por compartir esta informacion, es una lastima que el Gobierno haya preferido asumir una historia ideal, vendiendo la idea que podiamos superar al Covid solo con cierres parciales. Quiza aca hubiese sido muy valioso que en nuestra misma region los paises hubiesen compartido sus practicas y politicas para afrontar esta pandemia, y al haber sido honestos con sus capacidades haber creado condiciones mas eficientes. Pero ahora toca afrontar la realidad y muy probablemente ya sea a un costo politico gigante, el gobierno fuerce la inclusion de los hospitales del IGSS y privados para cubrir las carencias; o aun costo financiero gigantesco, contrate a los hospitales privados, de nuevo para cubrir las carencias.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *