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Sao Paulo, 1 jun (EFE).- Preocupado con una recesión que se prevé histórica, Brasil comenzó este lunes la desescalada en varias de las regiones más azotadas por el coronavirus, entre ellas Sao Paulo, su motor económico, pese a que la pandemia continúa en plena expansión. El país, segundo del mundo en número de casos (514.849) y cuarto en fallecidos (29.314), ensaya una reapertura escalonada de las actividades no esenciales, aunque las estadísticas aún reflejan un crecimiento exponencial de la enfermedad.
En la última semana los fallecidos diarios por COVID-19 superaron el millar en cuatro ocasiones y el pico solo se espera entre este mes y el siguiente. La reapertura económica inaugurada hoy en el estado Sao Paulo, responsable por un tercio del Producto Interno Bruto (PIB) brasileño, se repitió en otras ciudades de los estados Ceará (nordeste), Pará y Amazonas (norte). Por otro lado, la ciudad de Río de Janeiro anunció igualmente una flexibilización de las medidas de distanciamiento social a partir de este martes.
Los cinco son los estados más golpeados por la crisis del coronavirus de una lista de 27 que lidera Sao Paulo, con 7.615 muertes y 109.698 contagios. Asimismo, otros estados del sur del país empezaron semanas atrás su particular reapertura, defendida vehementemente por el presidente Jair Bolsonaro, uno de los pocos líderes mundiales negacionistas sobre el peligro del COVID-19, y precipitada en la opinión de los especialistas sanitarios. Los gobernadores comienzan así a alinearse con los postulados del mandatario frente al sombrío escenario que se avecina, con una caída del 6,25 % de la economía previsto para este 2020, según el mercado financiero; un déficit público cercano ya al 10 % del PIB, y una tasa de desempleo del 12,6 % y al alza.
EL CORAZÓN ECONÓMICO DE BRASIL SE PONE EN MARCHA LENTAMENTE
La reapertura en Sao Paulo, el estado más industrializado y rico del país, con unos 46 millones de habitantes, sólo se materializó, sin embargo, en las regiones del interior. En la capital paulista y su zona metropolitana nada ha cambiado; los comercios no esenciales siguen cerrados desde finales de marzo. En la calle «25 de marzo», uno de los puntos comerciales más importantes de Sao Paulo, la enorme mayoría de los negocios seguían cerrados, aunque había bastante circulación de personas, según pudo constatar Efe.
A pesar de tener luz verde, el alcalde de Sao Paulo, Bruno Covas, extendió la cuarentena hasta el 15 de junio, plazo durante el cual los sectores económicos interesados en reabrir deberán presentar una serie de protocolos sanitarios y de seguridad. El gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, defendió hoy la desescalada, planificada, según dijo, con base en la ciencia, y precisó que cada municipio tendrá que adoptar el cronograma de forma «consciente». «Para ello deberán seguir rigurosamente las cinco etapas» establecidas por las autoridades, afirmó en una rueda de prensa. Doria también aprovechó para criticar el paseo a caballo de Bolsonaro en una manifestación en Brasilia celebrada en la víspera en contra del confinamiento y en la que se volvió a pedir el «cierre» del Congreso y del Tribunal Supremo. «El presidente pasea a caballo, mientras la pandemia galopa» por el país, denunció.
EN EL NORDESTE Y NORTE TAMBIÉN COMIENZA LA REAPERTURA
Ceará, el tercer estado brasileño más afectado por el coronavirus, con 3.010 fallecidos y casi 50.000 infectados, liberó la vuelta a las actividades a más de una decena de sectores económicos, entre ellos el comercio no esencial, la construcción y las industrias de transformación. Por otro lado, el estado de Amazonas, que cuenta con 2.052 muertes y 41.378 casos, y que tuvo temporalmente sus servicios sanitarios y funerarios colapsados, también empezó hoy su desescalada por ciclos en su capital Manaos. También se relajaron las medidas de aislamiento en Pará, uno de los pocos que decretó el confinamiento total («lockdown») en algunas de sus ciudades y que registraba hasta el domingo 2.923 óbitos y 37.961 infectados.
LOS CIENTÍFICOS ALERTAN: LA PANDEMIA NO ESTÁ CONTROLADA
Brasil ya ha superado el medio millón de contagios por el nuevo coronavirus, menos de cien días después del primer caso registrado el pasado 26 de febrero. Los datos podrían ser incluso mucho mayores debido a la enorme subnotificación aún existente en este país de 210 millones de habitantes. Además, Brasil «está asumiendo el liderazgo mundial» en relación a las muertes diarias, por encima de Estados Unidos, lo que indica que la pandemia «continúa aún en plena aceleración», alerta a Efe Marcelo Urbano, profesor del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Sao Paulo (USP).
«Es bastante temerario flexibilizar ahora las medidas de distanciamiento social en el auge de la curva de transmisión», advirtió este investigador de la Fundación de Amparo a la Pesquisa del estado de Sao Paulo (Fapesp).