Por Miguel Torres
Quiché
EL REFLEJO DE LA CORRUPCIÓN, LAS MALAS POLÍTICAS DE ESTADO SOBRE LA NIÑEZ GUATEMALTECA Y LA CRISIS POR LA PANDEMIA QUE LES ROBA EL FUTURO.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), lanzó el Día mundial contra el trabajo infantil en 2002, para concentrar la atención en la magnitud global del trabajo infantil y en las medidas para erradicarlo. El día 12 de junio se conmemora la erradicación contra esta situación que afecta a la niñez del mundo. Cabe mencionar que en el contexto guatemalteco, la niñez sufre altos índices de desnutrición y pobreza junto a sus familia. Según algunos datos recabados por la Fundación para el Desarrollo y Fortalecimiento de las Organizaciones de Base (FUNDEBASE), que trabaja en la región ixil, Guatemala ocupa el sexto lugar a nivel mundial:
Tenemos el 45.6% de prevalencia de desnutrición crónica en niños menores de 5 años.
El 37.6% en la niñez de 6 a 9 años.
El 32% de la niñez sufre anemia.
El 15% de la población vive en inseguridad alimentaria.
30% de mujeres en edad reproductiva presentan sobre peso.
El 20% obesidad.
El 90% de alimentación es a base de carbohidratos, subsiste la deficiencia de proteína y micronutrientes, lo que los hace propensos a enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión, entre otras.
Con la baja capacidad adquisitiva de las familias, el impacto en la Seguridad Alimentaria y Nutricional se da de manera frecuente, haciendo más vulnerable a la población rural de los sectores marginados históricamente: niñez, juventud, mujeres. Durante el año 2015, el departamento de Quiché reportó un promedio de 53.52% de desnutrición crónica en niños de 6 a 9 años de edad, en Chajul 72%, Nebaj 61.9% y Cotzal con 69.1%.
Muchos dicen que la niñez es el futuro, pero futuro de quién o de qué es ese futuro, cuando hay una deuda millonaria que el gobierno ha adquirido por el supuesto combate a la pandemia.
En relación al tema de Seguridad Alimentaria y Nutricional, las mujeres desempeñan un rol fundamental para que la familia cuente con los alimentos básicos para el consumo y aprovechamiento, ya que se encargan de la administración de los alimentos; sin embargo, la producción de los mismos en un 60% es limitada, debido a factores de acceso a tierra, y disponibilidad de medios productivos. Esto obliga a que muchas familias vivan de la agricultura de infra subsistencia por la carencia de tierra, que provoca la migración de niñas y niños hacia las ciudades y Estados Unidos.
A niñas y niños les toca sobrevivir en actividades como lavar ropa y, de empleada doméstica en algunas casas de profesionales o comerciantes; algunos niños de lustradores. Esto lleva al municipio a una baja tasa en la educación en niñas y niños también en adolescentes. Cabe resaltar que el trabajo desde la visión de las comunidades ixiles son una forma de educar a los hijos e hijas, pero toda vez que esta se realice sin afectar a la niñez y su proceso de crecimiento en educación, crecimiento físico, recreación y acceso a alimentos sanos. Se conoce que el trabajo infantil es considerado un abuso cuando se somete a las niñas y niños a trabajos contra su voluntad y contra sus derechos.
En esta época de crisis, la niñez de las comunidades de la región ixil se ha visto afectada en el tema de la educación; por ejemplo, en Cotzal 28 comunidades de 46 no cuentan con energía eléctrica y aunque se haya implementado la educación por el gobierno a través de la televisión, a la que la niñez no puede acceder por la falta de energía y, de las 18 comunidades, que sí cuentan con energía eléctrica, no todas las familias tienen el servicio de cable o medio televisivo.
La otra situación durante la crisis, es el tema de la refacción escolar. Según algunas madres de familia, cuando ya no fueron los niños a las escuelas, los maestros y la Organización de Padres de Familia (OPF), entregaron las refacciones a las madres para que las niñas y los niños sigan consumiendo lo que les ha asignado el Estado, pero haciendo sumatoria y considerando el precio en el mercado y las tiendas, solo suman la cantidad de Q50.00, aunque en las entregas se les dicen que son Q.4.00 por día y lo entregan para 14 días.
¿La corrupción está muy metida desde las OPF? ¿Los proveedores sobrevaloran los productos o qué pasa? Aun sabiendo que durante esta crisis la necesidad de las familias rurales ha ido en aumento, a lo que se suma la dependencia de productos que demandan en su dieta diaria por la pérdida de la soberanía alimentaria en sus comunidades.
Muchos dicen que la niñez es el futuro, pero futuro de quién o de qué es ese futuro, cuando hay una deuda millonaria que el gobierno ha adquirido por el supuesto combate a la pandemia.
¿QUIEN LE HA ROBADO EL FUTURO A LA NIÑEZ DEL INTERIOR DEL PAIS?
Factor4
Miguel, gracias por publicar estas cuestiones y compartir tus reflexiones en estos espacios. En relación a las preguntas que planteas en el último párrafo de tu artículo, quiero contarte que, hace unos años atrás, me ha tocado participar en un comité de padres de familia de una escuela de la región ixil. En este entonces, no existían as OPF pero la estructura de este comité era su equivalente. Entre muchas frustraciones vividas en este entorno, guardo el recuerdo de haber luchado para mejorar el nivel nutritivo de las refacciones despachadas en la escuela. Intenté pasar acuerdos para contar con la asesoría del INCAP y reducir los costos hablando con distribuidores mayoristas. Pero no logré mayor cosa en eso ya que pretendía romper el esquema usual que implicaba beneficiar a actores que tenía vínculos familiares con el personal educativo de la escuela. También existía un fuerte limitante administrativo generado desde el MINEDUC que nos impidió trabajar de manera ágil… la aberrante exigencia de reportar las inversiones mediantes facturas contables con fechas anteriores a la recepción de los fondos! Supongo que este requisito procedía del sueño que tenía el ministerio que los comités iban, a la larga, poder constituir un capital semilla que les permita anticipar las inversiones que hacer? Pues, este mismo nos ponía a la merced de toda clase de prácticas irregulares de parte de los comerciantes locales, entre las cuales la sobrevaloración de los productos, claramente! Bien, dejo muchas cosas que hablar de esta experiencia. Solo quiero sumar a este testimonio la mala fé de much@s madres/padres de familia por aquí que siempre tienden a señalar malas intensiones en quien se dedica a trabajar voluntariamente para la colectividad. Estos papeles de «delegados», en muchos casos, resultan tomar sabores amargos que terminan desanimando hasta los más tenaces, pero eso es otro aspecto de la difícil realidad en un entorno mucho más amplio que el del simple ámbito de la educación. Aquí me paro porque es hora de la refa… otro bananito para el buche!