Por Daniela Sanchez Lemus
Según Datos registrados en el Tablero del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), desde el inicio de la pandemia al día de hoy, hay registrados 4,278 niñas y 4,628 niños, entre 0-9 años con COVID-19. Asimismo, 11,752 mujeres y 11,159 hombres entre 10 a 19 años, un total de 31,817 casos del total acumulado de todos los grupos etarios a la fecha: 318, 541. De los cuales hay activos hoy domingo 11 de julio de 2021: 29,457 (casos activos “estimados” según el portal del MSPAS). Hay que tomar en cuenta que estos datos están sujetos al “sub registro a todo nivel” aceptado por la ministra de Salud Amelia Flores, según declaraciones que dio a Fernando del Rincón, de CNN, en junio de 2020.
Casos de Covid-19 en menores de edad en Alta Verapaz
En los departamentos de Guatemala, los casos positivos de COVID-19 en menores de edad son cada día más frecuentes. La semana pasada en el Hospital del IGGS de Escuintla, recibieron un bebé de 42 días de nacido, positivo COVID-19. En Salamá, Baja Verapaz y en Tecún Umán, San Marcos, también se ha atendido las últimas semanas a menores en estado delicado. En la ciudad capital, el panorama no difiere. En lo que va del 2021 en el Municipio de Cobán se ha registrado 50 casos positivos de COVID-19 en niñas y niños de 12 años, 87 negativos y 471 en cuarentena, a quienes no les hicieron prueba pero estuvieron junto a un familiar positivo.
Debido al repunte de casos en menores de edad en el todo el país, desde Factor 4, consultamos al Pediatra Ricardo Ardany Valdez Paredes, quien trabaja en la Asociación Comunidad Esperanza en Alta Verapaz, la cual existe desde hace 18 años, fundada por el sacerdote Sergio Godoy en la zona 12, Cobán, cerca del vertedero de la ciudad, con la finalidad de combatir el hambre, la desigualdad y la necesidad de educación orientada a muchas familias que sobreviven de lo que se recolecta de la basura de la población de Cobán. Durante este tiempo la Asociación se ha encargado de brindar servicios educativos con el “Centro de Formación Integral Ciudad de la Esperanza”, que actualmente atiende a poco más de 400 alumnos desde el nivel preprimario hasta diversificado, brinda atención primaria en salud al área de influencia, actualmente en 6 meses del presente año han atendido a 1,200 pacientes (niños y adultos), además de brindar apoyo legal en diferentes problemáticas de violencia a población vulnerable en Cobán.
El doctor Ricardo Valdez, forma parte también del equipo de pediatras en labor social del Hospital Materno Infantil Juan Pablo II y la Universidad Rafael Landívar. Siendo el primer año que el Hospital en mención tiene presencia en Alta Verapaz, “por lo tanto me ha tocado abrir el campo en atención descentralizada en áreas que han tenido poco acceso a atención médica especializada en Pediatría, por lo que Ciudad de la Esperanza fue el lugar perfecto”.
Valdez refiere que la situación general de la COVID-19 en el Departamento de Alta Verapaz es alarmante. La positividad la última semana se ha mantenido entre el 20% y 30% sobre el total de pruebas realizadas. Notándose un aumento de casos en adolescentes y adultos jóvenes en la región.
Según el último censo poblacional (2018), Alta Verapaz tiene una población de 1,215,000 habitantes, cuenta con 1 Hospital Regional en Cobán y 2 Hospitales Distritales : Fray Bartolomé de las Casas y La Tinta. De éstos hospitales el espacio habilitado para atención de pacientes COVID-19, adultos en Cobán, es de 32 camas para pacientes moderados, 4 para pacientes severos. Asimismo, el Hospital Fray Bartolomé de las Casas cuenta con espacio para 18 moderados y 2 severos y La Tinta, cuenta solo con 17 camas para pacientes moderados.
“La carencia de insumos que se observa, es la misma que a nivel nacional, sin contar que el personal humano disponible es mucho menor”
Escasez de pruebas e incremento de casos pediátricos
El doctor Valdez hace énfasis que durante las últimas semanas con el incremento notorio de casos en adultos, han notado un incremento de pacientes pediátricos con el mismo diagnóstico, la mayoría casos leves o asintomáticos. Sin embargo la tendencia al alza de los mismos preocupa, debido a que en los menores de edad, se presentan sintomatología y complicaciones diferentes a las de los adultos, una de ellas y la más estudiada hasta el momento es el síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico asociado a la Covid-19 (PIMS-C por sus siglas en inglés).
Los primeros casos de éste síndrome fueron reportados entre Abril y Mayo de 2020 en Reino Unido y presenta una complejidad diagnóstica característica por ser algo nuevo, además de que la mayoría de sus síntomas son inespecíficos y se presentan de 4 a 6 semanas posterior a la COVID-9, en muchos casos para el momento de la presentación de los síntomas las pruebas para COVID-19 en estos pacientes puede ser negativa.
Valdez, recalca que para el diagnóstico del PIMS se requiere mucha información y ayudas diagnósticas como estudios de laboratorio, los cuales no son de acceso para toda la población y en los centros privados son costosas. Una de las complicaciones que preocupa más es la cardiaca, “para lo cual se requiere la realización de un ecocardiograma a descartar dilatación de las arterias coronarias o insuficiencias miocárdicas, en Cobán no hay cardiólogos pediatras. Los casos más complicados en su mayoría requieren hospitalización en una Unidad de Cuidados Intensivos por su deterioro hemodinámica y falla del corazón. En el Hospital Regional de Cobán, el espacio para pacientes con ventilación asistida en Pediatría es de 12, los cuales no son únicamente destinados para pacientes con éste tipo de patología como el área para adultos. La mayor parte del tiempo estos 12 espacios se mantienen llenos”.
“Uno de los tratamientos claves en el PIMS a parte de la estabilización hemodinámica y ventilación asistida durante todo este proceso inflamatorio que afecta a múltiples órganos (pulmones, riñón, cerebro, hígado, etc.), son las Inmunoglobulinas Humanas Intravenosas, medicamento que sirve para disminuir ese proceso inflamatorio, el cual no está disponible en Alta Verapaz. Es de tomar en cuenta que por nuestra experiencia en el Hospital Juan Pablo II, donde si tenemos acceso a éste, el gramo llega a tener un costo de Q. 900.00 a Q1,000.00 y la dosis por paciente se calcula a 2 gramos por kilogramo de peso, requiriendo en algunas ocasiones 2 dosis. Además de éste medicamento, también se incluyen esteroides intravenosos, los cuales también elevan el costo de atención, me atrevería a decir que en conjunto puede llegar a ser un poco superior al tratamiento con Remdesivir y Tocilizumab utilizado para tratar COVID19 en adultos, si bien la mortalidad por PIMS es menor, en países desarrollados; nosotros tenemos en contra la desnutrición de nuestra población pediátrica que dificulta en gran manera todo el tratamiento y el pronóstico”.
Para el doctor Valdez, el panorama es desalentador en un Sistema de Salud donde falla la comunicación entre los tres niveles de atención. Éstos casos podrían ser detectados por el primer nivel de atención (El primer nivel de atención se refiere a los servicios básicos de salud, es decir, los puestos de salud y los centros comunitarios de salud que se encuentran distribuidos en comunidades y/o barrios, de acuerdo a la cantidad de población. El primer nivel de atención es el que debe tener más establecimientos de atención). Por su experiencia, Valdez asegura que el personal asignado no posee las competencias para poder hacerlo, considerando que esa situación pudiera mejorarse con actualizaciones médicas que no requerirían un mayor recurso económico “si se lo propusieran o tuvieran la voluntad”, refiriéndose al MSPAS.
Otro tema preocupante es la escasez de recurso humano, “en la mayor parte de aldeas y caseríos únicamente hay auxiliares de enfermería y promotores de salud, quienes no tienen la responsabilidad de hacer diagnósticos clínicos de tal magnitud”.
Según el laboratorio de datos (LabDatos), Cobán llega apenas a poco más de 7,000 vacunas administradas, de las cuales como en el resto del país, no representa un porcentaje razonable, mucho menos son esquemas completos con ambas dosis. La vacunación de la población es la mejor medida de prevención que puede haber en el Primer Nivel de Atención en Salud, para evitar que estos casos lleguen hasta el tercer nivel (Hospitales); “además de que a este ritmo de vacunación no se ve dentro de nuestras posibilidades la vacunación de población pediátrica como ya sucede en EEUU a mayores de 12 años con la vacuna de Pfizer. Un niño se enferma por existir en su entorno un adulto enfermo. Nuestro objetivo debe ser buscar vacunar a la población adulta de momento, para proteger a la niñez de éstas complicaciones fatales”.
Para el pediatra consultado, la falta de acceso universal a pruebas en Guatemala juega en contra, ya que existiendo mucho sub registro se pierde la ayuda diagnóstica vital.
Gracias a una donación de la Universidad de Regis, Denver, Colorado, en 4 días en Ciudad de la Esperanza se realizaron hisopados con resultado positivo y con síntomas leves, en 3 casos de niños de 5, 12 y 15 años.
Valdez mencionó durante la entrevista, que después de indagar con compañeros de trabajo y otros colegas en otras áreas del país, todos coinciden que el número de casos en niños va en aumento y la llegada de la COVID-19 tanto en adultos y niños a áreas rurales por la falta de vacunas en ésta ola es más que evidente en Alta Verapaz y otras regiones del país.