Por Manuel José Chocano
Estados Unidos “preocupado” por Guatemala. Canciller viaja a El Caribe en plena pandemia, para que le recuerden la importancia del Estado de Derecho en su país.
Los periodistas de Artículo 35, Marvin del Cid y Sonny Figueroa, dieron a conocer el pasado domingo, el viaje de Pedro Brolo, ministro de Relaciones Exteriores a República Dominicana, en el marco de los actos de toma de posesión del nuevo gobierno de aquel país. Según informan los periodistas, conocidos ahora como “El Combo”, la vocera de Cancillería confirmó que Brolo viajó con su homólogo hondureño, quien, supuestamente, corrió con los gastos del viaje.
República Dominicana es parte del Parlamento Centroamericano (Parlacen), y uno de los socios más importantes de Estados Unidos en América Latina y El Caribe; no es un país que tenga lazos tan estrechos con Guatemala, por lo que despierta interés la participación de una misión del ministerio de Relaciones Exteriores, liderada por el Canciller, en una toma de posesión sin trascendencia para Guatemala.
Para los observadores de la política internacional, no sería extraño que desde Estados Unidos se haya requerido la presencia del canciller Brolo a República Dominicana, por la situación actual de Guatemala, que Washington percibe como negativa. La plana mayor del Departamento de Estado estaba presente en la toma de posesión del nuevo presidente dominicano, Luis Abinader, incluyendo al Secretario de Estado, Mike Pompeo.
De hecho, Pompeo no se reunió con Brolo, lo cual llama la atención, dado que el funcionario estadounidense tuvo reuniones con dignatarios y funcionarios de países de Latinoamérica en el marco de la toma de posesión. Incluso, realizó visitas turísticas en ese país caribeño. El principio de reciprocidad establece que por jerarquías, Pompeo debió reunirse con Brolo, sin embargo, no existió tal acercamiento. Esto solo ocurre cuando en la política exterior de Estados Unidos, un gobierno no es del agrado de la administración Trump y, en el caso de Guatemala, perciben que las últimas acciones contra la Corte de Constitucionalidad (CC), pone en riesgo la democracia.
Al final, Brolo tuvo que reunirse con el Subsecretario del Hemisferio Occidental, Michael Kozak, quien públicamente ha mostrado su rechazo a diversas acciones del Congreso guatemalteco, a la falta de independencia de los poderes del Estado, el irrespeto a la Constitución, el Proyecto de Ley 5227, que busca fiscalizar a las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), así como el intento de juramentar a los hermanos Martinelli como diputados al Parlacen.
La reunión del canciller guatemalteco con Kozak en República Dominicana, en el contexto establecido por el Departamento de Estado, que el mismo Subsecretario cita en su cuenta de twitter, fue para hablar del “Estado de Derecho” en Guatemala, como tema principal, luego se conversó sobre la crísis del COVID-19, y la migración ilegal.
En este caso del Ejecutivo, el presidente Alejandro Giammattei, se desentendió del ataque a la CC, aduciendo el “respeto a la autonomía institucional”. En cuanto a la ley de ONGs, el Presidente inauguró, junto al ministro de Finanzas, un portal para el registro obligatorio de las organizaciones no gubernamentales, en un sistema electrónico creado por el gobierno, lo que provocó más de un rechazo en el Senado estadounidense. En el tema del Parlacen, el Presidente evadió opinar respecto a la situación de los hermanos Martinelli, señalados por el caso Oderbrecht y cercanos al asesor presidencial y para muchos secretarios de facto de comunicación, el panameño Paul Anria.
A esto se suma, el caso del exministro de Economía, Acisclo Valladares Urruela, buscado por la INTERPOL por lavado de dinero y narcotráfico. Otro tema que involucra a Guatemala, son las condenas a Manuel Baldizón y Mario Estrada, ambos excandidatos a la presidencia del país. El partido de Estrada condenado por narcotráfico, la UCN, actualmente forma parte de la Junta Directiva del Congreso.
Al parecer, desde el Departamento de Estado, perciben al Ejecutivo como un actor que no hace su trabajo en defensa de la democracia y del Estado de Derecho, algo que preocupa a la Casa Blanca, así como a senadores y líderes de las cámaras tanto democrátas como republicanos. Ante ese panorama, se dio la reunión Brolo-Kozak, la cual no debe haber sido agradable para el Canciller de Guatemala. El MINEX, al cierre de esta nota, no había publicado ninguna noticia respecto a la reunión en la página oficial, ni en las redes sociales de la Cancillería.
La limpieza en Cancillería que jamás fue
Antes de que Giammattei asumiera la presidencia, se habló de una limpieza general en el ministerio de Relaciones Exteriores, buscando alejarse de la incomodidad generada en la comunidad internacional con el gobierno de Jimmy Morales y los nombramientos de última hora que realizó, para dejar a funcionarios cercanos de su administración, en distintos puestos diplomáticos. Luego de asumir, Brolo sostuvo reuniones con la embajada de Suecia, para restablecer las buenas relaciones entre ambos países y, ante las presiones, removió de puestos de Cancillería a algunos exfuncionarios cercanos al gobierno anterior. En su momento, se planteó una “reestructuración” del MINEX de personal que no tuviese una “carrera diplomática”.
Sin embargo, en el MINEX siguen funcionarios ligados al gobierno anterior, figuras polémicas de la política nacional, descendientes de la vieja guardia del Ministerio, embajadores ligados a diversos escándalos. Todos amparados bajo la sombrilla de la famosa “carrera diplomática”, una sombrilla que protege a diversos empleados de la institución, pese a no ser idóneos, por su nulo conocimiento en política exterior, relaciones internacionales, o diplomacia. Históricamente los puestos en el servicio exterior han sido pagos políticos del gobierno de turno, a aliados y financistas políticos e, incluso, de amigos y familiares.
Al inicio del Gobierno de Vamos, se anunciaron 19 remociones de funcionarios, muchas de ellas tan solo fueron traslados a otras direcciones, consulados, u oficinas administrativas dentro del MINEX. Ejemplo de ello, es que aún continúan en el servicio exterior de Guatemala:
– Francisco Gross Hernández, embajador de Guatemala en Francia, yerno de Jafeth Cabrera, ex Vicepresidente.
-Javier Valladares Urruela, tercer secretario Embajada de Guatemala en Francia (hijo de Acisclo Valladares Molina, Embajador de Guatemala en Reino Unido).
-Ana Elizabeth Rank Valdez de Sperinsen, tercera Secretaria, Embajada de Guatemala en Suiza. Esposa de Edwin Sperinsen, privado de libertad en ese país por el caso Pavón.
Sin reacción para apoyar a los migrantes en Estados Unidos ante el COVID-19
La Convención de Viena dicta que las funciones consulares consistirán en:
«Prestar ayuda y asistencia a los nacionales del Estado que envía, sean personas naturales o jurídicas.» (Sin embargo la reacción de Cancillería a temas puntuales es poca o nula) :
-El 14 de abril, del presente año, ICE (Autoridad fronteriza y de aduanas de Estados Unidos), reportaba que 61 migrantes que estaban en las instalaciones de detención de la institución estaban contagiados de COVID, muchos de ellos guatemaltecos.
-El 26 de abril, la cadena de noticias CBS, reportaba que el 20% de los contagiados en Guatemala eran personas que Estados Unidos había extraditado.
-El 25 de mayo, Santiago Baten Oxlaj un migrante guatemalteco falleció en un centro de detención en Georgia.
-El 26 de julio, fallece Luis Sánchez Pérez en un hospital de Luisiana, al igual que Baten Oxlaj estaba recluido en las instalaciones de detención de indocumentados.
-El 20 de agosto, ICE anunció que implementaría un proceso de expatriación expedita. Según ICE, este proceso permite a los Estados Unidos repatriar a estas personas, «sin utilizar recursos para albergar a extranjeros o administrar sus casos, mientras esperan los procedimientos de inmigración o expulsión fuera de la custodia».
Factor 4 consultó con líderes migrantes sobre la labor de los consulados guatemaltecos en Estados Unidos durante la pandemia, la cual calificaron como “floja” y “discreta”. Generalmente los miembros de los consulados deben registrar a los indocumentados que están recluidos en los centros de detención pertenecientes a ICE, garantizar sus derechos y que no sufran vejaciones durante el proceso de repatriación.
Una ex Cónsul reveló a Factor 4, que muchas veces los reportes de personas guatemaltecas detenidas por ICE, se “traspapelan” para evitar visitar los centros. “Si esto se hace en condiciones normales, imagínese con la pandemia en Estados Unidos”, confió la fuente. De hecho, la Cancillería apenas informó sobre las acciones consulares en apoyo a los indocumentados.
Paradójicamente, quienes sí han reaccionado a favor de los indocumentados, fueron 14 Fiscales Generales de diferentes Estados en la Unión Americana, solicitando que se frenaran los arrestos de indocumentados, para evitar un brote de la pandemia en los centros de reclusión. Sin embargo, el presidente Trump apeló, para que continuaran los arrestos.
La Cancillería dirigida por Pedro Brolo, padece de los mismos males históricos de la institución: compadrazgo, nepotismo, mediocridad, negligencia, ineficacia, corrupción. La vieja política sigue perdurando en las embajadas y consulados de Guatemala.