Víctor M. Ruano P.
Diócesis de Jutiapa
F4gt.com
Jutiapa, 30 de noviembre, 2020
Dado que el 30 de noviembre se celebra el Día del y la Periodista en Guatemala, aprovechando el espacio que me ofrece Factor 4, expreso mi felicitación, admiración y solidaridad con las y los periodistas de Guatemala, quienes al ir detrás de la noticia mantienen informada a la ciudadanía, destapan las acciones corruptas de la clase gobernante, investigan las injusticias y desigualdades que golpean a la sociedad, hacen suyas las legítimas demandas de la población y contribuyen a su empoderamiento para que la sociedad se desarrolle democráticamente y ofrezca bienestar a todos.
A quienes hacen posible Factor 4, comenzando por su director, Haroldo Sánchez, les manifiesto también mi reconocimiento y felicitación, por el empeño que ponen cada día en hacer periodismo informando a la sociedad guatemalteca y extendiéndose a donde las redes sociales permiten llegar, con las muchas dificultades y riesgos que implica el ejercicio de esta profesión en Guatemala, donde prevalecen cacicazgos, autoritarismo y subdesarrollo político.
Mas desafiante y retadora se convierte la misión de quien ejerce el periodismo en tiempos de crisis social y política como los que vive Guatemala en estos días, provocada por la clase política gobernante que está llevando a la ciudadanía a manifestar su hartazgo y su rechazo; a ello se suma el tremendo impacto generado por las tormentas tropicales en medio de la pandemia que no da tregua por las consecuencias que tendrá en un futuro próximo.
Ejercer el periodismo en medio de una población empobrecida como la guatemalteca, que además es atropellada, criminalizada y tratada con violencia por parte del Estado, es un riesgo permanente, como lo hemos visto en estos días y en la historia reciente del país. Más aun cuando a la ciudadanía se la trata de “terrorista” y de “delincuentes” como hizo recientemente la diputada por Jutiapa, Patricia Sandoval.
Ser periodista es un desafío en medio de comunidades excluidas por parte de las autoridades al no fomentar su desarrollo integral, porque quienes acceden al poder, en su mayoría, se dedican a fortalecer sus negocios y a mantener un régimen de impunidad y corrupción.
Realmente la amenaza a la paz y la democracia no viene de los ciudadanos que salen a manifestar pacíficamente, ni de las y los periodistas que describen los hechos y analizan la realidad, sino de los mismos gobernantes intolerantes, que no quieren ser fiscalizados y rechazan todo tipo de critica a su gestión.
Terroristas no es la ciudadania, sino quienes acceden al poder y se dedican a robar el dinero del pueblo, se vinculan al crimen organizado y a los carteles de la droga; y sobre todo, teniendo el poder en sus manos, son obstáculo para el desarrollo humano y social de los pueblos.
Esta crisis social y política que vive el país, no la creó la población, sino quienes han gobernado Guatemala, hasta hoy, y una elite económica que solo piensa en sí misma y se resiste a impulsar los cambios rápidos y profundos que la sociedad requiere.
Felicidades periodistas en su día. La población guatemalteca les admira y agradece.