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Arianka López: Esculturas con alma

7 Min de lectura

Por Daniela Sánchez Lemus 

Quien esculpe consigue expresar sus ideas ya sea de forma figurativa o abstracta, reflejando lo que alberga su mente, visión y habilidad técnica y creativa.

Históricamente en el mundo las mujeres escultoras son menos conocidas que sus compañeros artistas. En Francia, durante el siglo XVI fue Jacquette de Montbron la primera mujer arquitecta y escultora quien abrió paso a sus congéneres en un mundo reservado para los hombres.   

En 1680, la  Real Academia de Pintura y Escultura, fundada en 1648, admitió a la primera mujer, Dorothée Masse, quien fue escultora de madera.

En 1793, cuando se  fundó la Sociedad Popular y Republicana de las Artes, se excluyó a las mujeres. Exclusión que lamentó Marie Bashkirtseff, pintora y escultora de origen ucraniano: “No sorprenderé a nadie diciendo que las mujeres están excluidas de la Escuela de Bellas Artes, como lo están de casi todas partes… para competir en el Prix de Rome. Ni siquiera se les permite probar su incapacidad”. (Journal La Citoyenne, 20 de noviembre de 1880).

En el siglo XIX fueron mujeres aristocráticas quienes se dedicaron a la escultura, siendo Félicie de Fauveau la única mujer que logró vivir de su trabajo. Sin embargo, la única artista reconocida, honrada y celebrada con una medalla de oro en la Exposición Universal de 1855,  fue Rosa Bonheur. 

Al serles negado el acceso a la educación estatal, las jóvenes que querían pintar o esculpir asistían a escuelas o talleres privados, que no eran accesibles si no se contaba con los recursos económicos que les  permitieran especializarse.

En 1879, Hélène Bertaux inauguró cursos de escultura para mujeres y declaró: «No está lejos, espero, el tiempo en que tendremos nuestra Escuela de Bellas Artes casi parecida a la de los hombres, y ofreciéndonos, con las mismas protecciones, la mismas posibilidades de distinción”. Bertaux fundó en 1881, la Unión de Mujeres Pintoras y Escultoras, que organizaba una exposición anual de las obras de sus integrantes. En 1889  expusieron 654 pintoras y 37 escultoras.

Como ocurrió (y sigue ocurriendo) con otras disciplinas, las mujeres que querían esculpir se encontraron con enormes dificultades. No fue hasta 1900, que surgieron talleres para mujeres en igualdad de condiciones que el de los hombres.  

El anonimato en la historia del arte no ha sido un obstáculo para que diversas mujeres participen en la creación de numerosas esculturas para el espacio público, tomando de ejemplo e inspiración a las primeras escultoras quienes incursionaron creando desnudos, estatuas ecuestres, bajorrelieves, monumentos de guerra. 

Maria Lamers de Vits en su libro Mujeres escultoras, grabadoras y sus obras (1905), enumera 71 obras, creadas por 19 escultoras (27 en París, 1 en Londres, las demás principalmente en Francia). Siendo más de 200 esculturas de casi un centenar de mujeres escultoras las que encontraron su lugar en el espacio público de París, Francia. 

En Guatemala no son muchas las mujeres que han incursionado en la escultura. Una de ellas es Arianka López, quien se define a sí misma como un ser imperfecto, capaz de transformarse por la fortaleza familiar de la línea de mujeres de las que proviene “fuertes y luchadoras”. 

Fue gracias a la invitación de una amiga a un taller impartido por Arianka, que conocí su obra y me encantó. La experiencia fue enriquecedora debido a que su forma de enseñar y compartir sus conocimientos, y su forma de ser, nos hizo sentir a quienes tomamos el taller que cada persona es capaz de crear si así se lo propone. 

Taller Modelado en Yeso, impartido por Arianka López. Fotografías: Daniela Sánchez Lemus

Arianka López nació el 7 de enero de 1985, a los 18 años obtuvo una beca del Ministerio de Cultura y Deportes,  la cual le facilitó materiales para sus estudios, finalizando los mismos con méritos en el 2007, con una especialización en  Escultura en Mármol. 

Se profesionalizó en la Escuela Superior de Arte, realizando su tesis con base en las obras del  maestro Roberto Cabrera, licenciándose en Artes Visuales con Especialización en Pintura. 

En 2007 y 2010, participó como Artista Asistente en el Simposio Internacional de Escultura “Guatemala Inmortal”, con los artistas Boldizar de Hungría y François Weil de Francia. 

En 2012, fundó junto a Esteban Solares el proyecto Arte Ciclofante, enfatizando su carrera artística  en el ejercicio de la escultura y la enseñanza. 

A principios del 2020, participó como representante de Guatemala en el II  Simposio Internacional de Escultura en Piedra en Cantarranas, Honduras. 

Monumental. II Simposio Internacional de Escultura. Cantarranas, Honduras, 2020 Imagen: FB Arianka

En 2019, tuvo una exposición personal en el Fondo de Cultura Económica, y ha participado en  diversas exposiciones colectivas como Arte en Mayo de Rozas Botrán, FUNSILEC, Momentos de  Santo Domingo, entre otras. Su obra se encuentra en colecciones privadas, en países como Estados Unidos, España y Guatemala. 

Arianka López. Fotografía: Esteban Solares.

¿A qué edad supiste que te dedicarías al arte? ¿Cuáles fueron tus primeros pasos en el mundo de la escultura, y desde cuándo estás inmersa en el arte?  

Desde pequeña me incliné por el dibujo, hacía bocetos copiando las caricaturas que veía en ese momento en la televisión. Hubo un momento en mi vida en el cual tuvimos complicaciones económicas y no tuvimos luz por un tiempo, por lo que utilizamos candelas, esa época ha sido la más feliz que recuerdo, porque debido a eso conocí el modelado, experimenté  con la parafina aún caliente de las candelas y modelé pequeñas figuras, pienso que esos fueron mis primeros pasos en el mundo de la escultura, solo que aún no lo sabía.

Creo que desde siempre he estado sumergida en el arte, mi padre estudió en la ENAP (Escuela Nacional de Artes Plásticas) por poco tiempo. Por él conocí la ENAP. Era tapicero y era muy estético y dedicado en su trabajo; me enseñó la finura del material.  Mi madre por otro lado estuvo poco tiempo en las tablas y me hablaba de su corta experiencia en ella; los dos estaban involucrados en el mundo de la filosofía y me enseñaron esa parte importante de la vida, pienso que he crecido con el arte a mi alrededor a través de ellos. 

¿Cuánto tiempo te toma elaborar tus piezas?  ¿En qué te inspiras?

Ufff no podría definir un tiempo establecido, todas las piezas las voy trabajando conforme me lo pidan ellas… puede ser un día o años.

Me inspiro en mi entorno, en el ser y la energía de la naturaleza, porque siento que salen por sí solas y fluyen. Últimamente me he inclinado más por el comportamiento del ser humano.

Anaxaret. Escultura en mármol y arenisca . Arianka López. Fotografía: Esteban Solares.

Háblame de tu muestra Venus Atadas ¿Que te llevó a plasmar a la mujer del paleolítico? 

La muestra Venus Atadas, es una propuesta que busca denunciar y evidenciar las agresiones sexuales y todos los tipos de violencia que enfrentan las mujeres y niñas en Guatemala y que se ha hecho más visible en la pandemia. 

Siempre me ha llamado la atención el arte paleolítico el inicio de las artes a mi parecer, por lo que quise interpretar a esa mujer idealizada que simbolizaba en su tiempo fertilidad y abundancia, por  una Venus contemporánea que simboliza para mi el dolor y el maltrato, el tabú, con metáforas de esperanza. 

Venus Atadas. Fotografías: Esteban Solares

La expresividad en tus esculturas dan testimonio de tu capacidad de observación, habilidad esencial para esculpir, ¿cuándo te diste cuenta de que querías expresar tu creatividad a través de la escultura? 

Después de estudiar los primeros años en la ENAP me di cuenta que quería saber más y hacer más, por lo que opté a una especialización en la misma institución, pienso que mis dibujos lo exigieron ya no estaban a gusto dentro de las hojas, necesitaban salir y ser parte de mi mundo real. Desde allí empecé mi vida como escultora.

¿Cuál es tu relación con cada una de tus obras?  

Me encanta esa pregunta porque pienso que hay un lazo muy especial con cada una de ellas, cada una representa para mí una emoción, un sentimiento y un pensamiento por el cual las he elaborado. 

¿Cómo defines tu obra?  Reflexiva, sensible, emotiva y poderosa. 

Venus nupcial, escultura en mármol, Arianka López. Fotografía: Esteban Solares.

¿En qué te inspiras para esculpir, cuáles han sido y son  tus referentes?  Me inspiro en mi entorno, en las mujeres que me rodean y que han sido luchadoras en la historia del arte. 

¿Es importante para ti la relación entre tu obra y el espectador?  

Sí mucho, porque mi fin es que se lleven una parte del sentir de las esculturas, que se identifiquen con lo que están observando y que se lleven una reflexión. Eso para mí ya es un cambio. 

¿Dónde podemos conocer tu trabajo? 

Tengo una cuenta de Instagram en la cual trato de compartir mi trabajo y parte de lo que es mi vida. Allí pueden comunicarse conmigo para cualquier actividad artística. @Piedra_espuma 

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Tengo varios proyectos en mente y espero poder realizarlos. Desde exposiciones colectivas y con Arteciclofante que es una escuela que fundamos con mi pareja, desde donde generamos varios talleres artísticos en diferentes departamentos del país. Pero por lo pronto espero seguir tallando mis pensamientos y sentires con respecto al mundo en el que habito con la esperanza de hacer un cambio interno en mí y en las personas que vean mi trabajo. 

Para conocer más sobre Arianka y su obra se puede consultar su sitio web: 

Texto: Daniela Sánchez Lemus.
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