Entrevista al conservacionista guatemalteco Francisco Asturias
Por Manuel Chocano Estrada
Francisco Asturias lleva más de 33 años trabajando por la protección y conservación de la naturaleza en Petén, una labor que ha significado riesgo para su vida, ha formado a guarda recursos e implementado talleres de concientización en comunidades peteneras sobre la protección y conservación de la naturaleza. También ha adquirido experiencia al realizar evaluaciones de varios parques nacionales en Perú, Centroamérica, Belice y México.
Desde su trabajo, a nivel latinoamericano, ha percibido la falta de interés del Estado en crear políticas, programas y proyectos asertivos que generen acciones concretas para la conservación y protección de flora y fauna en Petén.
Para Asturias las amenazas más dañinas a la Biósfera Maya en toda Latinoamérica son muy similares: invasiones humanas, cacería, deforestación, incendios, minería, saqueo arqueológico, cambio climático, ganadería, avance de la frontera agrícola, contaminación, pobreza, narcotráfico, etc. Sin embargo, a lo largo de sus más de 33 años de lucha, llegó a entender que las malas administraciones gubernamentales como entes encargados por ley, han sido y son, un serio problema.
Desde su punto de vista, a las altas autoridades nombradas en cada gobierno, no les interesa la verdadera conservación y protección de los recursos naturales y culturales de nuestros países. “Debido a que en la mayoría de los países latinoamericanos, los puestos de las altas autoridades son nombrados políticamente, sin importar si tienen experiencia o no. Sobre todo en Guatemala, dónde puedes llegar a se director del Conap, si eres amigo del Presidente u otro alto mando del partido político de turno (aunque tú trabajo anterior era en una estación de radio, por ejemplo)”.
Para el experto entre las falencias que más afectan un buen manejo de la conservación de la Biósfera Maya, se refleja en :
- No asignan el presupuesto necesario para poder realizar el trabajo de campo.
- Toman decisiones y mandan directrices sin conocer la realidad del campo, Y lo peor de todo, sin consultar a los que estamos metidos día a día en los Parques Nacionales.
- El mayor % de los fondos asignados se gastan en las Oficinas de las ciudades (carros de lujo, con choferes, altos salarios, muchas consultorías, reuniones en hoteles, etc.
- Trabajan en parques de papel, ya que jamás visitan las áreas.
- Duran poco tiempo en las posiciones administrativas. Al llegar no sabían nada, luego de 3 años de estar en el puesto (cuando empezaban a agarrar la onda), son destituidos.
- Despiden a personal capacitado por años, para poder poner a sus amigos.
- No asignan el presupuesto mínimo para garantizar la conservación y protección de los Parque Nacionales.
Además, no solo el monocultivo de palma aceitera genera un impacto negativo en la Biósfera Maya, la ganadería también afecta el entorno.
En entrevistas a diversos medios, Asturias señala que una de las principales amenazas a la vida silvestre es el gobierno, siendo su postura la misma en la actualidad a razón que los gobiernos en toda Latinoamérica son una de las mayores amenazas de los Parques Nacionales. “Si de verdad queremos garantizar la conservación y protección de los Parques Nacionales, debemos cambiar el modelo de administración y pensar en alianzas mixtas (gobierno iniciativa privada) con coadministración de los parques. Pero sobre todo, dar incentivos fiscales a las organizaciones privadas que quieran entrar al tema de conservación” .
“Es decir si una empresa cervecera quiere coordinar la protección de un área, que le sean condonados, de ss pago de impuestos, los fondos necesarios para cuidar el área. Por ejemplo: si la Cervecería quiero manejar el Parque Nacional Mirador-Río Azul y Biotopo Dos Lagunas, se le descuenten lo 6 millones necesarios al año, para garantizar su protección y conservación de los Parques Nacionales, de los impuestos que le paga al gobierno. Esto sería lo ideal (aunque sé que esto es un sueño)”.
Al preguntarle si la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural del Ministerio de Cultura, le dan prioridad a la conservación y protección de la naturaleza en Petén, su respuesta fue contundente, para él ni en Guatemala, ni en ninguna otra parte de Latinoamérica, estas instituciones asignan los recursos necesarios a los guarda parque y los mismos parques. “Pero sí previeron Q72 millones para celebrar el Bicentenario”.
Asimismo, le afirmó a Factor 4 que el Estado no cumple la función de proteger de amenazas al guarda recursos y activistas en favor de la naturaleza. Ejemplo de ello son las más de 55 denuncias interpuestas en el Ministerio Público, de las cuales ni una ha prosperado. “Tengo denuncias contra guardaparques, directores nacionales y otros, que han prescindido. En una ocasión presenté una denuncia en contra de unos pobladores que me amenazaron con escopetas y luego de 4 años recibí una llamada del MP, donde me indicaron que el caso se cerraba porque los demandados no se habían presentado a declarar”.
Para el ambientalista, la justicia rara vez condena y cumple con lo que establece la ley. “La ley dice que la cacería ilegal es sancionada de 5 a 10 años y de Q10 a Q20 mil de multa. Siempre dan medidas sustitutivas, con penas mínimas: una semana de cárcel y unos pocos quetzales de multa”.
En el ámbito de protección natural en la región de la Reserva de la Biósfera Maya, se comparte un espacio vital con Belice y México, al respecto nos comentó que desde hace más de 10 años los guardaparque del país realizan actividades de conservación y protección con las autoridades de Calakmul, México y Río Bravo de Belice. “Juntos hemos estado luchando contra la tala ilegal de maderas preciosas, utilizadas para decoración de carros, yates, aviones de lujo, que se está desarrollando en nuestras áreas, por la mafia china. También estamos luchando contra la cacería ilegal, saqueo de piezas arqueológicas y tráfico de fauna. Los 3 países juntos tenemos el manto de selva tropical más grande de mesoamérica”.
El papel de las comunidades de Petén en la protección y conservación a la naturaleza es nula, para Asturias esta situación prevalecerá mientras exista pobreza, falta de trabajo, y cero desarrollo social alrededor de las áreas protegidas, jamás les va a interesar la conservación, e insiste “esto a nivel latinoamericano”.
Al preguntarle si creia posible la creación de una industria turística que signifique desarrollo en el área sin convertirse en una amenaza a la naturaleza, su respuesta fue que en Latinoamérica existen solamente 3 casos de éxito económico con el ecoturismo: Tikal, Machu Pichu y Los Galápagos. “Sin embargo, los fondos son manejados por los gobiernos y al final no regresan al campo como debería de ser. Además hay que considerar que los nuevos estudios científicos monitoreo de fauna, han demostrado que los animales se alejan de la presencia humana (a menos que ya no tengan a dónde irse).También quedó demostrado que por eventos como la pandemia Covid-19, está industria es muy frágil”.
Existe desde hace un tiempo un interés de la comunidad internacional, específicamente de USAID en el tema de la “Estrategia de Coordinación Trilateral de la Selva Maya”, donde participan organizaciones de conservación y protección de la naturaleza privadas y estatales, así como entes de protección del patrimonio cultural, para él todos los programas que sean dirigidos a los gobiernos, no han funcionado ni funcionarán nunca. “No solo AID, también GYZ de Alemania, Holanda, Japon, etc.”
Según su experiencia que la UNESCO llegue a considerar Patrimonio Mundial o Mixto la Reserva de la Biósfera Maya, no sería útil para Guatemala, debido a que “todos estos calificativos son de papel. En el campo no significa nada!”
La experiencia adquirida le permite inferir que si el gobierno realmente tuviera interés en la preservación de la naturaleza en Petén, debería empezar otorgando en co-administración, con verdaderos incentivos fiscales a las empresas que quisieran manejar los parque Nacionales.
La vida de Francisco Asturias, se ha visto en risgo en numerosas ocasiones por la conservación de la naturaleza, al preguntarle si estaría dispuesto a dar su vida por sus convicciones, su respuesta fue sin atisbo de duda: “Definitivamente!!”
Para finalizar recalcó la importancia de que la población le exija a los gobiernos de turno que cumplan con su trabajo y que debemos entender que si perdemos estas áreas y su biodiversidad, nuestros hijos y nietos vivirán en un mundo muerto.