Por redacción Factor 4.
En 2017 la extinta CICIG obtuvo indicios relevantes que permitieron inferir prácticas de seguimiento, escuchas e intervenciones de teléfonos celulares sin la debida orden judicial por parte de funcionarios de TIGO, escuchas ilegales reportadas al entonces Ministro de Economía Acisclo Valladares Urruela. La investigación de la CICIG determinó en su momento que varios miembros de un partido político de oposición, su ex esposa y otras personas estaban siendo sometidas a seguimiento y escuchas telefónicas sin orden judicial.
En 2019 la Comisión Pesquisidora del Congreso de la República, instalada para conocer el proceso de antejuicio contra Valladares Urruela, entonces Ministro de Economía, cubrió la espalda de Valladares al recomendarle al Congreso declarar no ha lugar la solicitud en mención. Dos años después las caretas se caen al saberse el destino del dinero malversado por Valladares.
En agosto del 2020 Fiscales federales del sur de la Florida acusaron al ex ministro de Economía de Guatemala, Acisclo Valladares Urruela, por ayudar a lavar cerca de $.10 millones de ganancias de drogas ilegales y otro dinero mal habido.
[ngg src=»galleries» ids=»26″ display=»basic_slideshow» autoplay=»0″ pauseonhover=»0″ arrows=»1″]Valladares Urruela permitió el tráfico ilegal de drogas durante 4 años, al crear una demanda de efectivo no rastreable, efectivo que el ex-ministro usó para sobornar a políticos corruptos guatemaltecos. Narcotraficantes y políticos corruptos pudieron intercambiar su dinero sucio por «ganancias legítimas», sin embargo dejaron rastros.
Las acciones de Valladares Urruela permitieron a los delincuentes disfrutar de su dinero abierta y públicamente, así como mover dinero a otros lugares en secreto, incluso a diferentes países de América del Sur.
El ex-ministro recibió regularmente mochilas, bolsos de lona y maletines llenos de dinero sucio e imposible de rastrear que sabía que provenía del narcotráfico y la corrupción, y lo usó para sobornar a políticos guatemaltecos. Según la declaración jurada, la demanda de Valladares Urruela por dinero en efectivo del soborno fue tan grande que, al parecer, una vez comentó a un conspirador que «los políticos deben pensar que el dinero crece en los árboles.» Parte del dinero del supuesto plan de Valladares Urruela con sus co-conspiradores pasó a través de cuentas bancarias estadounidenses. Al menos dos compañías de Miami presuntamente ayudaron a trasladar dinero a Sudamérica.
Julio 2022, dos años después, Valladares Urruela, por recomendación de sus abogados, se ha declarado culpable por lavado de dinero en el Juzgado del Distrito Sur de Florida, Estados Unidos. Dinero que provenía de delitos de corrupción en Guatemala, específicamente para pagar a diputados, pero no solo esto, la declaración de culpabilidad deja muy mal parado al sistema de justicia de Guatemala, de nuevo, dándole la razón a los indicios investigados por la desaparecida CICIG.
Lo que queda es esperar si las declaraciones de Valladares durante el juicio y a la fiscalía podrían significar procesos contra funcionarios o ex-funcionarios del Gobierno de Guatemala e incluso a empresarios oscuros, que no dudan en utilizar la corrupción como una forma «normalizada» de hacer «negocios». En Guatemala el sistema está hecho para que personajes que ostentan el poder salgan indemnes de cualquier acusación sin importar las pruebas o indicios. En Estados Unidos el sistema de justicia es diferente, los funcionarios guatemaltecos ahí no tienen poder.