Saltar al contenido

A Propósito de Energía Eléctrica y Alumbrado Público

Por Teresa Son Gonón
San Cristóbal Totonicapán

Barrio Independencia zona 8

Con la polémica del Decreto 15-2020 referente a los servicios básicos, en el barrio La Independencia de San Cristóbal Totonicapán, situado a escasos minutos del centro del pueblo, viven un aproximado de 400 familias, de las cuales el 90% tienen acceso a la energía eléctrica. Con la noticia del veto del Presidente, no se dejó de hablar, de hacer memoria de cómo se ha luchado para obtener este servicio. Con el rechazo del veto de parte del Congreso, la mayoría no termina de entender qué significa cada acción en relación con este Decreto, pero lo que sí prevalece es la seguridad de saber que si no se cancela la luz, en cualquier momento vendrán a cortarla. Ya sucedió el año pasado, por negligencia de uno de los trabajadores de la empresa al no agregar información al sistema, cortaron la luz en varias casas sin ninguna justificación.

Las calles de Totonicapán
Lampara inservible en poste de alumbrado eléctrico

Con el tema de alumbrado público, que ha sido lo más difícil, al recorrer el barrio se constata que solo el 40% del total de las lámparas  funcionan, es decir, la mayor parte de la comunidad está sin “alumbrado público”, entre comillas, porque no es público, cada familia cancela Q.30.00, independientemente si funcionen o no las lámparas. Se ha notificado a la Empresa Eléctrica y no ha dado ninguna respuesta. En meses anteriores los alcaldes auxiliares se encargaron de recaudar dinero de casa en casa, para comprar lámparas y hacer ellos el cambio en cada poste; sin embargo, solo fue un sector.

Ahora  con la realidad del covid-19, no se puede recaudar, pero lo que no falta en la factura cada mes es la tarifa de alumbrado público. Una vecina que vive lejos de la calle principal, cancela Q.55.00, es decir, Q.25.00 del uso de energía en su casa y Q.30 de alumbrado público.

Este mes las facturas venían con aumento, lo que lleva a preguntar: ¿Es un servicio básico y público?. Cuando los comunitarios buscaban este servicio hace treinta años, se hizo con la conciencia de ofrecer un servicio básico y público a la comunidad, pero al parecer, es solo un negocio más a costa de la población, donde en momentos como este, queda claro que lo importante es el interés de la empresa privada y que la gente resuelva como pueda. 

Y, con razón se admira la actitud del cantón Chuicotom que colinda con el barrio, ahí han decidido no implementar el alumbrado público, como protesta y resistencia ante un servicio que debería ser una atención del Estado a través de la municipalidad para el bienestar de todos. 

      Casas alejadas de la calle principal  donde no llega el alumbrado público.

                                                                                                                                                    Edición y corrección de estilo: F4