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Al oído de los diputados de Jutiapa.

Víctor M. Ruano P.

Diócesis de Jutiapa

Jutiapa, 24 de septiembre, 2020

Introducción

La nota de esta semana fue elaborada a finales de julio del presente año, con el fin de cuestionar enérgicamente el papel que despeña actualmente la mayoría de los diputados de la presente legislatura, entre ellos 3, de los 4 que representan al departamento de Jutiapa, en quienes la población tiene poca confianza y rechazo a su gestión, pero no encuentra mecanismos para expresarse, además de estar poco organizada para canalizar sus legítimas demandas postergadas por décadas.

 El clientelismo político es la constante de los diputados de ayer y de hoy, al igual que una dinámica de corrupción tan descarada que se expresa en la obra gris que impulsan en contubernio con los alcaldes y con los demás partidos que forman el bloque oficialista. A ese complot perverso su suman los COCODES, brutalmente manipulados por los Alcaldes.

Busqué apoyo en algunas organizaciones de la sociedad civil y campesinas, en algunos medios locales para respaldar este pronunciamiento que, ahora les comparto, pero hasta el momento ninguno ha querido asumirlo, excepto una organización política de izquierda cuyo líder local está en El Progreso Jutiapa.

Algunos respondieron con la indiferencia y otros fueron claros al decir que les daba miedo, lo cual comprendo perfectamente.

Similares pronunciamientos ya se han hecho por ciudadanos altamente indignados y sus respectivas organizaciones en Sololá, Huehuetenango, Quetzaltenango, Chiquimula.

Ahora me permito, por el espacio que semanalmente me ofrece Factor 4, manifestar mi indignación y rechazo a la gestión de los diputados: Sandra Patricia Sandoval González (FCN), Carlos Santiago Nájera Sagastume (UNE), y Maynor Estuardo Castillo y Castillo (UCN).

Lo que expreso de estos tres diputados, lo digo también de más de ochenta, con sus respectivos partidos, entre los cuales está la UNE de la facción de Sandra Torres, Humanista, Valor, Todos, Viva, UCN, Unionistas, PAN, Bien, Viva y FCN.

Los dirigentes de estos seudo-partidos son el primer obstáculo para la democracia y el desarrollo social de nuestros pueblos, asimismo guaridas desde donde se articulan las estrategias para mantener el régimen de impunidad y corrupción, del cual se nutren para cooptar el Estado y para arremeter con quienes luchan por una Guatemala diferente.  

Aliados serviles del gobierno actual

Los 3 diputados de Jutiapa se plegaron servilmente al partido de gobierno VAMOS, continuidad de gobiernos anteriores por sus políticas racistas y excluyentes, que, marcadas por una dinámica de corrupción e impunidad, responden a los intereses de minúsculos sectores políticos, económicos y militares muy poderosos, que tienen una historia sangrienta en nuestro país.

El gobierno actual no es diferente a los anteriores, pues sus prioridades en materia económica contribuyen al empobrecimiento de la población; representa a aquellos sectores que animaron la guerra durante el conflicto armado interno provocando las mayores masacres de indígenas y campesinos; obstaculizan sistemáticamente la búsqueda de la verdad, la aplicación de la justicia y la reparación digna de las víctimas; finalmente, apoyan las medidas represivas del actual gobierno como los Estados de Sitio, un estilo perverso de hacer gobierno.

Sordos al clamor de su pueblo

Estos tres diputados, han mostrado no tener la voluntad política para escuchar las legítimas demandas del pueblo jutiapaneco, ni están a la altura de los desafíos provocados por la pandemia de la COVID-19, tampoco se han interesado por contribuir a salir del largo abandono en el que está el departamento debido a la ausencia de una estrategia de desarrollo integral y sostenible de parte del Estado.

Sus iniciativas de Ley y aquellas que han respaldado, durante sus años o meses en el Congreso, no han tenido incidencia significativa en la población campesina y xinka. Además, se han sumado a iniciativas que solo favorecen al sector económico más fuerte agroexportador, industrial, financiero y minero del país.

Ellos se han identificado con las acciones que viene impulsando el Pacto de Corruptos, desde la expulsión de la CICIG y la persecución a jueces y fiscales independientes, hasta el retraso por elegir las Cortes y pretender desaforar al Procurador de los Derechos Humanos y a los magistrados de la Corte de Constitucionalidad.

El colapso del Sistema de Salud en el país y en Jutiapa, es también responsabilidad de ellos, al no haber contribuido a fortalecerlo antes ni durante la pandemia del coronavirus. De modo que las víctimas, como la precariedad que afrontan los hospitales nacionales, los centros de Salud y el inadecuado equipamiento para el personal de salud, es responsabilidad de estos diputados, aunque se jacten de haber asignado recursos que se esfuman en la maraña de corrupción alentada desde el mismo Congreso.

Si llegaron a ocupar una curul, con los partidos más nefastos de la historia política del país, no es porque representaran los legítimos intereses de la población jutiapaneca, sino por haber contado con magistrados del Tribunal Supremo Electoral faltos de carácter y por una Ley Electoral y de Partidos Políticos que custodia los intereses de la clase política corrupta de Guatemala. 

Rechazamos el interés que tienen muchos diputados, como ellos, para votar por los magistrados a las Cortes, que la FECI y el MP han declarado que no son idóneos, ni capaces, ni honrados.

Conclusión

Es hora que los diputados de Jutiapa respondan a las demandas de la población que los eligió y dejen de una vez por todas, causar tanto daño a la nación y a nuestro departamento.

Tendremos mejores diputados, cuando tengamos una nueva Ley Electoral y de Partidos Políticos, los ciudadanos sean más exigentes con ellos y se interesen más por la buena política, aquella que está al servicio del bien común.