Por Daniela Sánchez Lemus

Cada 9 de agosto se conmemora el día Internacional de los Pueblos Indígenas, un día que pretende visibilizar y dar voz, a un aproximado de 5,000 distintos grupos étnicos en el mundo, quienes luchan por el reconocimiento de sus tradiciones, identidad y cultura.

La realidad para la gran mayoría va más allá de un día de conmemoración,

«Hace 26 años que se decretó este día de los pueblos indígenas(…) pero esta pandemia está revelando su abandono total y esos derechos reconocidos hace ya casi 30 años que no se cumplen»

agosto, 2020/Gregorio Diaz Mirabal Presidente de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazonica (coica)

En septiembre de 2019, el Gobierno de Guatemala divulgaba los resultados, después de 16 años, del censo de población y vivienda el cual señalaba que, en ese entonces, Guatemala contaba con una población de 14,9 millones de personas, de las que un 43,8 % pertenecían a pueblos indígenas.

El Informe de Oxfam (2019) “Entre el Suelo y el Cielo: Radiografía Multidimensional de la Desigualdad en Guatemala” hizo referencia que a nivel del primer grado de Primaria, la desnutrición crónica es 60 veces mayor en algunas escuelas indígenas rurales, llegando al 100%, por el contrario en escuelas capitalinas mestizas, alcanza un 1.7% y siendo el analfabetismo 3 veces más frecuente en mujeres indígenas que en hombres no indígenas.

La pandemia de la COVID-19 en países como Guatemala, visibiliza y agudiza la desigualdad y discriminación que viven los pueblos indígenas. En razón de lo anterior, dentro del marco de este día, desde Factor 4 compartimos el informe de Oxfam Evitar el etnocidio: pueblos indígenas y derechos territoriales en crisis frente a la COVID-19 en América Latina” el cual hace un llamado a los Gobiernos latinoamericanos a tomar medidas asertivas para proteger y garantizar los derechos de las poblaciones indígenas. Según la denuncia de este informe la vida de 45 millones de personas pertenecientes a más de 800 pueblos indígenas está en peligro.

La falta de políticas publicas que cuiden y preserven la vida de la población en general, repercute en las poblaciones más vulnerables, siendo el caso de la mayoría de poblaciones indígenas en Latinoamérica que sin los medios esenciales enferman y mueren siendo víctimas de racismo, discriminación y exclusión social, «poniendo en evidencia desigualdades históricas y una precariedad extrema en los servicios básicos y de salud.»

El informe de Oxfam señala que la región amazónica es una de las más afectadas, de los 400 pueblos indígenas que la habitan, a mediados de julio de este año, el virus alcanzaba a 172. Según las cifras, en estas comunidades el impacto es mayor. En solo dos meses, los efectos de la COVID-19 había multiplicado por nueve el número de fallecidos entre la población indígena, pasando de 113 a 1,018; un incremento que duplicaba al registrado, en ese momento, entre la población en general. 

El director regional para Oxfam en América Latina y el Caribe, Asier Hernando Malax-Echevarria en relación al número de fallecimientos, entre la población indígena, explicó que “los efectos de la crisis sanitaria y económica agudizarán las desigualdades estructurales y la exclusión social que ya sufren los pueblos indígenas, y en especial las mujeres y las personas desplazadas y refugiadas”.

Siendo así dentro del contexto de la pandemia, no se debe olvidar que la responsabilidad de cuidado, la cual ha asumido históricamente la mujer, recae en mujeres indígenas, las cuales sufren una triple discriminación: «por el hecho de ser mujer, indígena y pobre«; siendo una realidad el escaso o nulo acceso a la atención sanitaria y a la información en sus propios idiomas.  

El informe plantea que dentro de los problemas que afectan a la población indígena es la alta tasa de mortalidad entre personas adultas mayores, «lo cual tiene consecuencias muy graves por la pérdida de liderazgos y referentes históricos claves para la sobrevivencia de los pueblos indígenas.«

La actual situación que vivimos los pueblos indígenas de América Latina es de mucha preocupación, ya que el impacto que la pandemia del COVID-19 está ocasionando en nuestras comunidades es crítica, principalmente en la salud de sus habitantes. Es urgente que los gobiernos y estados atiendan, de una manera diferenciada, a nuestra población. Así mismo, es necesario tener a mediano y largo plazo, la ejecución de programas y proyectos culturalmente adecuados para minimizar el impacto económico que esta pandemia provocará en los pueblos y comunidades indígenas de la región” 

afirma Jesús Amadeo Martínez Guzmán, Coordinador General del Foro Indígena Abya Yala (FIAY).

Recomendaciones de OXFAM

Respuestas de los pueblos indígenas 

«Ante la inacción de los gobiernos para proteger y garantizar los derechos de estas poblaciones más antiguas del continente, los pueblos indígenas han tenido que tomar la iniciativa de establecer medidas de autoprotección y aislamiento, protocolos de respuesta, materiales divulgativos, redes de solidaridad y seguimiento de los casos. Además, mantienen sus propias prácticas de medicina tradicional y producción de alimentos básicos.

Lamentablemente, las medidas de autoprotección de las comunidades indígenas no siempre cuentan con apoyo estatal ni de las empresas que de forma legal o ilegal se establecen en sus territorios. 

Empresas mineras y petroleras, agroindustriales y forestales mantienen sus operaciones sin asumir medidas adecuadas de protección contra el contagio en los territorios indígenas. Así mismo, los actores ilegales que penetran el entorno de estos pueblos, también representan un altísimo riesgo de transmisión del virus. Estos agentes han llevado personal contagiado a estos espacios y enferman a quienes allí habitan. Además, las actividades extractivas contaminan sus aguas y tierras.»

Recomendaciones 

«Para hacer frente a la pandemia por la COVID-19 y evitar un etnocidio de los pueblos indígenas, Oxfam insta a los Gobiernos latinoamericanos a coordinar con las autoridades indígenas el suministro urgente de equipos de protección y pruebas de diagnóstico, asegurar el acceso a atención sanitaria, agua y alimentos, sobre todo, a las personas más vulnerables y garantizar el cese de la violencia y el respeto a los derechos humanos. También la organización hace un llamado a respetar y apoyar los cordones sanitarios en los territorios y suspender toda actividad que suponga un riesgo de contagio. » 

En el mediano y largo plazo los gobiernos de la región deben adoptar las medidas pertinentes para proteger esta población y realizar las inversiones necesarias para mitigar los efectos socioeconómicos de la crisis sanitaria entre los pueblos indígenas. También, deben impulsar las medidas necesarias para reducir las brechas en el acceso a la salud y el agua. Así como, garantizar los derechos territoriales colectivos y superar el modelo de crecimiento basado en el extractivismo y la sobreexplotación de los recursos naturales que tienen efectos nocivos sobre la vida de las comunidades y el medioambiente

señaló el director regional para Oxfam en América Latina y el Caribe citando las recomendaciones del informe presentado.