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Camaronera deforesta un espacio que equivale a 14 campos de fútbol en el Manchón Guamuchal

Por redacción Factor 4

La Fiscalía de Delitos Contra el Ambiente investiga la tala ilegal de 7.34 hectáreas en la reserva Manchón Guamuchal, en el departamento de Retalhuleu. La principal sospechosa del daño forestal -nuevamente- es la granja camaronera Tamashán. El Manchón ha sido declarado sitio Ramsar (humedal designado como de importancia internacional bajo el Convenio de Ramsa) en 1995 por su importancia ambiental. En julio de 2021, una investigación de Factor4 demostró que la camaronera había realizado tala ilegal. 

Estos datos son parte del nuevo episodio que atraviesa el humedal más grande de Guatemala ubicado en las costa del Pacífico y que protagoniza un pulso de fuerzas entre quienes buscan preservar el ecosistema  y aquellos que intentan expandir el cultivo de camarón en el área. El mayor dilema es que el propietario de la camaronera, Guillermo Aguirre, es quien tiene la propiedad y la obligación jurídica de preservar la reserva del Manchón Guamuchal. 


Áreas en donde se ha registrado deforestación en 2021. El área número 1 quedó consignada como espacio deforestado por acción del hombre. Esto se considera tala ilegal

Con una extensión de 7, 654 hectáreas, el bosque húmedo Manchón Guamuchal es un ecosistema único con 198 especies de peces y crustáceos, 52 especies de reptiles y pequeños mamíferos. Además, este espacio sirve de hogar temporal para más de 100 especies de aves migratorias que llegan cada año durante los meses de septiembre y octubre. 

El humedal es un ecosistema diverso y muy vulnerable. 

El humedal está principalmente integrado por mangle, especie forestal pionera, que sirve de base para la instalación y sobrevivencia de otras especies de plantas y animales. Este delicado balance está en riesgo.

Los 14 campos de fútbol

El 7 de abril de 2022 una comitiva integrada por agentes de la Fiscalía de Delitos contra el Ambiente, técnicos forestales del Instituto Nacional de Bosques INAB y personeros de Conap realizaron una inspección por una denuncia de tala ilegal de mangle. El sector dañado  se encuentra en la finca Tamashán, dentro del Manchón en el área declarada sitio Ramsar. 

El hallazgo quedó plasmado en el informe de INAB, realizado a petición de la Fiscalía de Delitos contra el Ambiente, allí se confirma la tala de 7.34 hectáreas, dando como resultado total: 7,097 árboles talados de los cuales 5,629 son de la especie Espino y 1,468 de Mangle Blanco. Factor4 tiene una copia de ese informe. 

Francisco Méndez, Director Subregional de INAB, expresó que la totalidad del área es similar al que ocuparían 14 campos de fútbol. “En el lugar se observó árboles talados por maquinaria pesada; sin duda eso fue producto de la mano del hombre”, sentenció Méndez.

Méndez afirmó que la inspección constató que las especies forestales dañadas no eran parte del área de aprovechamiento forestal que posee la finca. “El área deforestada se encuentra en un espacio declarado sitio Ramsar que pese a ser propiedad privada tiene que seguir las pautas de un plan de manejo aprobado por autoridades ambientales” aclaró el funcionario de INAB. En otras palabras, el mangle del área inspeccionada no se debe tocar.

El informe técnico cuantificó el total de los daños económicos ocasionados por la tala ilegal que asciende a Q174,360. El jefe de la Fiscalía de Daños contra el Ambiente, Yoni Morales, afirmó que el responsable del daño foresta deberá cancelar el monto del avalúo de INAB, una sanción económica de Q10 mil a Q20 mil y la suspensión de permisos y licencias para trabajar en el área (incluso las que estén en trámite). Incluso se puede dictar pena de cárcel por 10 años.

“Nosotros estamos haciendo las investigaciones de conformidad a lo que establece la ley de Áreas Protegidas, incluso de no comprobarse lo anterior, los informes de los técnicos nos dicen que no hay permisos para la tala de esa zona”, agregó el fiscal Morales. 


Imagen satelital del área intacta en 2019.

Imagen satelital de 7.34 hectáreas deforestadas bajo investigación del MP.

El silencio el principal sospechoso

Factor4 buscó la postura de Guillermo Aguirre, propietario y representante legal de la finca Tamashán, S.A.

Este fue el mensaje de Factor4 enviado por escrito al señor Guillermo Aguirre, a través de la aplicación WhatsApp:


Whatsapp permite saber si el receptor del mensaje lo leyó. Así ocurrió el 11 de julio y se registraron los dos cheques azules. Al día siguiente, Factor4 insistió en la solicitud de entrevista, pero ya solo apareció un cheque, como mensaje enviado, pero no el segundo cheque, que registra que fue recibido. Probablemente, el señor Aguirre bloqueó a Factor4.

No pudimos conocer el objetivo final del uso de esas tierras, las razones del corte de especies forestales protegidas y si corresponden a futuras expansiones de cultivo de camarón. 

Atrás quedaron las declaraciones de Guillermo Aguirre en donde afirmaba que poseía los permisos para realizar movimiento de tierra y corte de árboles. Ese era el argumento de defensa del propietario utilizado en 2021 ante los señalamientos de tala ilegal de mangle en la reserva Manchón Guamuchal. En esa ocasión, la investigación de Factor4 demostró que las autoridades ambientales contradecían la versión de Aguirre.

Alex Guerra, Director del Instituto de Cambio Climático, explicó que el cambio de cobertura y uso de la tierra se entiende como lo que se encuentra en un territorio y para que es utilizado. “Si un lugar tiene bosque y éste se quita para utilizar la tierra para otra cosa, por ejemplo cultivos o construir casas, se da un cambio de uso”, afirmó Guerra.

En el caso del bosque húmedo, en particular del mangle,  el cambio de cobertura y uso de la tierra está prohibido según el artículo 35 de la Ley Forestal.

Al talar el mangle, se pierden muchos beneficios, es decir, se pierde suelo, se pierde capacidad de purificación del agua que llega de los ríos, se pierde sitios de alimentación para las especies animales, con impactos para la naturaleza y para la población local”. Advirtió Guerra.

Juan Chamo, delegado regional del Ministerio de Ambiente, confirmó que a la cartera no se ha presentado ninguna solicitud para construir nuevas piscinas de camarón. 

El funcionario recordó que en febrero de 2021 conocieron otra denuncia de tala ilegal de mangle realizada por pobladores que buscaban construir sus propias granjas de camarón. En ese caso fue detenido un operador de maquinaria que hacía movimientos de tierra al momento de la inspección y se trasladó la información al Ministerio Público. 

La Fiscalía confirmó que actualmente llevan dos investigaciones por tala ilegal de mangle en el área de Manchón Guamuchal. La principal sospechosa es la empresa que legalmente debería ser responsable de cuidar la reserva, Tamashán, S.A.


El Manchón es una reserva de fauna importante en Guatemala. 

Desamparo legal

El lento proceso de las denuncias y la falta de certeza de castigo para aquellos que infringen las normas ambientales es una debilidad que permite que hechos, como la tala ilegal, no sean sancionados conforme a la ley.

David Barillas, Jefe Regional de Conap dio a conocer que han presentado cinco  denuncias por daños ambientales en el Manchón pero no reciben notificaciones del avance de los casos. “Nosotros presentamos los informes que nos solicita la fiscalía para que pueda preparar los casos, realizamos estudios para determinar si los presuntos daños ambientales se ubican en la reserva natural. Así mismo INAB realiza sus peritajes para calcular los costos de talar especies forestales”, explicó.

Zuleth Muñoz, defensora del Ambiente de la PDH reconoce que hay poco personal asignado para supervisar la conservación de los bienes forestales. “Las autoridades encargadas de ambiente siempre llegan tarde y las denuncias se quedan en procedimientos administrativos que no sirven de disuasivos”, dijo Muñoz.

La Defensora del Ambiente se manifestó preocupada por la falta de seguimiento a los procesos de preservación de ecosistemas. “cualquier persona individual o jurídica tiene que presentar una propuesta de plan de manejo de recursos cuando en su propiedad hay bosques que se consideran reserva natural  (como el humedal) y estos instrumentos de control tiene que ser aprobados cada 5 años por las autoridades de conservación pero la realidad es que la institucionalidad en esa área no existe”, concluyó Muñoz.