Honduras y Guatemala son dos países centroamericanos con riqueza en su flora, fauna, con ríos, lagos y montañas en todo su territorio. Las coincidencias también nos unen en cuanto a la pobreza y miseria. La riqueza no pertenece a los pueblos, la riqueza de nuestros países no llega a la población en general, menos a los pueblos originarios. La industria extractiva continúa una lógica en donde los recursos se arrebatan beneficiando una cadena de opulencia en donde los pueblos, territorios, mujeres, hombres y niñez no tienen absolutamente ningún beneficio. 

Esa inequidad, esa injusticia, nos hace compartir en común una lucha por la dignidad humana, iniciando por lo más básico: el aire, el agua, los árboles y la vida. 

A Honduras y Guatemala las separa 432 kilómetros de distancia, ambos países pueden denominarse Estados Fallidos, empobrecidos, rutas de trasiego de drogas, mafias e inmigración.  La brecha entre lo urbano y lo rural en lugar de desaparecer se sigue haciendo presente en las desigualdades económicas, en la falta de acceso a la educación, salud y justicia.

Tanto en Guatemala como en Honduras las mujeres desarrollan un rol importante de conciencia y lucha.

Este es un especial de *cuatro reportajes realizados con el apoyo de la International Women’s Media Foundation (IWMF) como parte de su iniciativa de ¡Exprésate! en América Latina.

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